A un año de que el Congreso del Estado aprobara la llamada Ley Antipopote, al parecer ésta quedó en letra muerta, pues aunque hay sanciones para quienes ofrezcan estos utensilios, en la actualidad se continúa haciendo.
El diputado local Gildardo Real Ramírez, quien impulsa una nueva ley para la reducción del uso de plástico de un solo uso en Sonora, señaló que esto se debe a que son normativas que no tienen supervisión alguna.
Detalló que Sonora es uno de los estados de la República Mexicana que más plástico de un solo uso consume, particularmente de botellas de PET con 600 billones de estos recipientes, así como mil 920 millones de bolsas plásticas, lo cual provoca una gran contaminación.
Asimismo, en la entidad se producen alrededor de mil 950 toneladas de basura, de las cuales alrededor del 25% es de plástico de un solo uso; mientras que el cálculo mundial sobre la basura que no se confina, es del 79%, por lo que ese tonelaje es de solamente el 21%, el resto va a dar a vertederos, mar, ríos y medio ambiente en general.
“Veo que es un tema al que no se le da seguimiento como muchas leyes en el Congreso, hay muchas leyes que nosotros aprobamos en el Congreso que por falta de socialización, de impacto social, de digerirla con los diferentes actores y factores, sobre todo aquellos entes que supervisan y le dan seguimiento a ese tipo de temas, no tienen la capacidad y muchas veces no tienen el interés”, indicó.
Manifestó que leyes como la antipopotes, de protección de animales, protección civil, entre otras, apenas se cumple en un 10% por la falta de supervisión y capacidad que hay en el Estado para ello.
“Si vas al cine, vas a un restaurante y te siguen dando popotes y eso es un delito, y eso tiene sanciones muy claras en la ley, pero no sé si la Procuraduría Ambiental o el Cedes tiene la capacidad para ese seguimiento”, subrayó.
Indicó que la ley para reducir el uso de plástico de un solo uso será socializada inclusive con los fabricantes, pues no se trata de que se queden sin trabajo y sin una fuente de ingresos, sino que puedan cambiar de giro con materiales más amigables con el medio ambiente.
“Para que ellos tampoco se vean tan perjudicados y que le den oportunidad del Estado, de transformación de manera gradual a otro tipo de productos más amigables al planeta, biodegradables y buscar incentivos fiscales, económicos en el Gobierno, para las personas que comercializan otro tipo de productos”, explicó.
Detalló que la ley que propone no sólo tendrá sanciones, sino que buscará incentivar con nombramientos como el de Empresa Socialmente Responsable, asignar recursos para supervisión y que no quede en una práctica que no se lleve a cabo, como lo es la ley antipopotes.