La grieta que se registró en meses pasados en el área del ejido Cruz Gálvez en Hermosillo, no está relacionado de ninguna manera con procesos regionales como la falla de San Andrés, que se encuentra a cientos de kilómetros de distancia, ni otros movimientos tectónicos.

En conferencia de prensa para dar a conocer el origen de la fractura que se presentó en la tierra, especialistas en materia geológica de la Universidad de Sonora (Unison) junto con la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC), indicaron que a partir de la difusión de la información sobre la aparición de grietas en el suelo en el Ejido Cruz Gálvez, se abocó a estudiarlas con el objetivo de establecer su origen y la peligrosidad posible para la población y la fauna.

Por tal motivo, se integraron los trabajos con el encargado del departamento de Geología, Ismael Minjarez Sosa, Elia María Tapia Villaseñor, Javier Valencia Sauceda, Alberto Villa Terán, Lucía Valenzuela Gastélum, y Lizeth López Arriola, con el apoyo de Protección Civil, donde se realizaron diversos análisis con los métodos de fotogrametría con Dron, Gravimetría, Interferometría de Radar de Satélite, Tomografía Eléctrica Resistiva y observaciones directas de terreno.

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Armando Castañeda Sánchez de Protección Civil, dijo que las conclusiones de los estudios se interpretan que la zona donde se presentó el fenómeno, está sobre una antigua laguna, donde se depositó un gran espesor de sedimentos de lodo y arcilla.

“Estos materiales tienen la característica de absorber agua y no transmitirla, sin embargo, son muy susceptibles de perder agua en condiciones de sequía, por lo que de esa forma de manera coordinada se hacen los estudios a fin de dar a conocer a la comunidad en general los resultados para evitar mayores situaciones de riesgo, por lo que no está ligado a ningún movimiento tectónico”, expresó.

Por su parte, Ismael Minjarez añadió que con diferente régimen de lluvia hay aumento de volumen cuando se absorbe agua y disminución de volumen cuando se pierde, generando fracturamiento en la parte superior.

Explicó que estas fracturas con la circulación del agua superficial se agrandan tomado la forma actual, por lo que de esa forma se fueron descartando las diferentes situaciones que se estuvieron dando de septiembre a la fecha.

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“El fenómeno ya se ha observado en la zona desde hace varios años, por lo que en los últimos años hemos experimentado en una sequía histórica que explicaría la formación de nuevas grietas”, enfatizó.

De acuerdo a la clasificación de Centro Nacional de Prevención de Desastres, se trataría de una fractura hidráulica, el fenómeno es de trascendencia local, no se espera que sus efectos se extiendan más allá de la zona donde se ha manifestado.

Indicó que se recomienda tomar medidas de protección en el sitio para la fauna y las personas, tales como señalizaciones y, en lo posible, la instalación de barreras para evitar accidentes.

Aclaró que no hay evidencias de movimientos de la tierra, sobre-bombeo, o hasta cavernas, lo cuales se descartan de acuerdo a los estudios presenciales que se hicieron, por lo que sólo se trata de que en dicho lugar hace mucho tiempo había una laguna que fue llenada de arcilla y arena que absorbió agua y después se fracturó con las condiciones climáticas.

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