Jesús Ríos León, Dulce María Fimbres y sus tres hijos denunciaron que han luchado por casi 20 años contra la falta de respuesta por parte de autoridades estatales y federales, ante las afectaciones que han tenido en su salud debido a contaminantes radiactivos.
No es la primera vez que la familia alza la voz para exigir respuesta y atención de las autoridades. Este jueves ofrecieron de nuevo una conferencia de prensa, donde, la familia señaló que hubo negligencia por el uso de material radiactivo, como varilla contaminada con Cobalto 60, en la construcción de su casa, lo que ha llevado a los cinco integrantes de la familia a sufrir una serie de padecimientos que han ido mermando paulatinamente su salud a través de los años.
Jesús Ríos León relató que él y su familia ingresaron a su nuevo hogar ubicado en la colonia Altares, Fraccionamiento Franciscanos II, los primeros días de febrero de 2003, y aproximadamente a los ocho meses comenzaron a experimentar ciertos síntomas, los cuales, en un principio adjudicaron a algún virus, alergia o meramente a una causa hereditaria.
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Explicó que, los primeros síntomas en sus hijos fueron agotamiento físico, caída de cabello, parálisis en extremidades, migraña, fracturas, hemorragias nasales, confusión y desorientación, hematomas, eritemas y alteraciones conductuales.
Por otro lado, dijo que su esposa experimentó caída de cabello, hemorragia nasal, agotamiento extremo, entumecimiento en la parte derecha del cráneo, confusión y angustia, mientras que él mismo sufría adormecimiento muscular en brazos y en dedos de manos y pies, hematomas, absceso en espalda, hemorragia nasal, llagas y verrugas en la cabeza.
Posteriormente, fueron canalizados por la Secretaría de Salud a diversas instituciones nacionales e internacionales como el DIF, el Hospital General del Estado, el Hospital de la Universidad de Arizona, Clínica del Noroeste, hospital CIMA, Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) de la Ciudad de México, entre otras, las cuales realizaron estudios, además de análisis clínicos y científicos, indicó.
Ríos León aclaró que los costos de dichos estudios se encuentran fuera de su capacidad económica, y estos fueron costeados por la Secretaría de Salud, la Universidad de Sonora, la Agencia de Energía de Estados Unidos, y otros por amistades de la familia, los cuales empatizaban con la situación.
Detalló que, los resultados de dichos estudios mostraron que Dulce María desarrolló un tumor benigno en el ojo izquierdo, además de tumores en los senos paranasales (Papiloma invertido), engrosamiento del endometrio, cáncer de tiroides, cáncer de ganglio linfático cervical y afectaciones de un 30% a 40% de las funciones neuro musculares, mientras que él desarrolló problemas neuro condicionales y un absceso en la espalda.
“Han pasado 15 años cuando esto comenzó, nuestros hijos eran pequeños, ahora ya son unos jóvenes adultos, donde junto a nosotros como padres hemos aprendido a sobrellevar y sobrevivir este caminar tan monstruoso en nuestras vidas” dijo.
Varilla contaminada con Cobalto-16 les ha causado problemas
Declaró que existen factores de alto impacto y riesgo que han influido en el medio ambiente dentro de la comunidad hermosillense del sur de la ciudad, uno de ellos es el CYTRAR, el cual es un confinamiento para desechos tóxicos y de alto peligro, mismo que, de acuerdo a la Norma de Seguridad de México, debe estar ubicado de 15 a 25 kilómetros de distancia de la mancha urbana y que actualmente esta se encuentra a tres kilómetros de este, dijo.
Apuntó que hubo negligencia y corrupción por parte de las instituciones involucradas para otorgar a las constructoras permisos y licencias para la construcción de fraccionamientos y edificios comerciales, las cuales minimizaron costos usando materiales de baja calidad, dentro de los cuales se encontraba la varilla contaminada con Cobalto-60, uranio, Torio, Bismuto y Tantano, lo cual, aseguró fue uno de los mayores factores de alto impacto para la situación por la que están pasando.
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“Han pasado cuatro administraciones de gobiernos estatales, tres diferentes partidos, donde lo único que hemos encontrado es una vergonzosa y penosa indiferencia, insensibilidad y frialdad y un enorme deseo descomunal por encarpetar e invisibilizar nuestra lucha”, externó.
Por último, señaló que continuarán luchando para que las autoridades reconozcan la problemática por la que atraviesan, y se pueda resolver su situación.
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