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Una de las más antiguas y emblemáticas tradiciones que se llevan a cabo en la ciudad de Hermosillo es el festejo de la Virgen del Carmen, venerada en uno de los templos más antiguos de Hermosillo, y considerada como la santa patrona de los bomberos.
Ignacio Lagarda Lagarda, cronista municipal, narró que la edificación de esta iglesia, ubicada en la calle de Jesús García, data de la primera mitad del siglo pasado, cuando don Pascual Iñigo, nativo de San Miguel de Horcasitas, realizó una solicitud al gobernador de la Mitra de Sonora y Sinaloa, Juan Ignacio Quirós y Mora el día 5 de noviembre del año 1836, con el objetivo de que se le permitiera edificar por cuenta propia una capilla en la ciudad, dedicada a Nuestra Señora del Carmen.
“Ofrecía levantarla anexa a la casa habitación que poseía en la misma población, dotarla oportunamente de vasos sagrados, paramentos y demás objetos indispensables para que se pudieran verificar los actos del culto y dejar una puerta de acceso al público a fin de que todos los vecinos que así lo desearen tuvieran facilidades para asistir allí a cumplir con sus deberes religiosos”, explicó.
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Posteriormente, el gobernador de la Mitra dictó el día 4 de diciembre siguiente disponiendo que el cura párroco de Hermosillo, Juan Francisco Escalante, fundara dictamen sobre la solicitud presentada; éste fue favorable a la petición, explicando que el lugar señalado por el señor Íñigo, era el más indicado para el objeto propuesto.
Quirós y Mora expidió la licencia respectiva con fecha 18 de enero de 1837, bajo la condición de que la capilla debería quedar sujeta a la jurisdicción ordinaria del párroco de la capital, y que el solicitante tenía la obligación de estar al pendiente de su mantenimiento y conservación.
Luego de que se hubieron cumplido con las formalidades anteriores, don Pascual Iñigo procedió a construir la obra y logró ver los resultados en un plazo menor de 5 años; una vez culminada la construcción de la capilla, el doctor don Lázaro de la Garza y Ballesteros, séptimo obispo de Sonora y Sinaloa, expidió despacho autorizando al padre Escalante para que procediera a bendecirla.
Lagarda explicó que en la década de 1900 a 1910, se le agregó la nave central con su torre y a tiempo después de esa década se le agregó los anexos laterales; esta edificación adquirió la categoría de parroquia desde el 16 de julio de 1970, su primer rector fue el padre Ignacio de la Torre.
La santa patrona de los bomberos
El secretario general del Sindicato Único de Bomberos al Servicio del Ayuntamiento de Hermosillo, Jesús Díaz Ruelas, recordó que hace años el padre Islas, encargado de la iglesia, narró una historia del porqué es denominada como la santa patrona de los bomberos.
Según el padre, en los años cuarenta se presentó un enorme incendio que no podía ser controlado por el entonces Cuerpo de Bomberos de Hermosillo, quienes, entre plegarias y oraciones imploraban a ella ante aquel incendio que parecía exceder los límites de sus posibilidades, y comenzó a ser controlado y lograron sofocar las llamas.
“Quedó ese detalle de que la Virgen en ese momento que se le imploró para que ayudara a los bomberos, el incendio disminuyó y pudieron controlarlo, desde entonces nosotros hicimos de la Virgen del Carmen nuestra patrona y protectora, en homenaje a ese incendio. Nosotros agradecemos bajándola y apoyándola en la procesión”, señaló.
Asimismo, Díaz mencionó que, en lo personal, se encuentra muy agradecido con la Virgen del Carmen, debido a que, al igual que algunos de sus compañeros han tenido familiares enfermos, por lo que siempre acuden a ella para pedir algún milagro.
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“En lo personal, a mi niña le dio apendicitis, se vio muy grande, en ese entonces yo le pedí a la Virgen del Carmen que me cuidara a mi niña y que saliera bien de la operación, estaba muy grave, yo le prometí a la Virgen que en todas sus fechas yo iba a llevar a mi hija, todo el tiempo hasta que yo falleciera y aunque yo falleciera, mi hija tiene que ir de todos modos a darle gracias por la vida que otorgó, ese es el cariño que yo le tengo a la virgencita”, señaló.
Díaz Ruelas aseguró que desde que su hija pudo salir de las condiciones en las que se encontraba, cada día 16 de julio, acuden a la iglesia como muestra de agradecimiento, además de acompañarla en su procesión en las inmediaciones de la parroquia.
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