La tradición de los chepayecas de la comunidad yaqui en Hermosillo y su particular forma de conmemorar la Pasión de Cristo, que se une a la fe católica con las tradiciones indígenas, pasaron a segundo término las recomendaciones para evitar el contagio de Covid-19, pues cientos, por no decir miles de personas se dieron cita e ignoraron los avisos de la autoridad.
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Como cada año, la tenía yaqui hace diversas ramadas en distintas zonas de Hermosillo, siendo la más numerosa la del Coloso Alto donde este año participan más de 200 fariseos y más de 350 personas en total entre los mencionados, además de los jefes, cabos, personal de la iglesia y quienes ayudan en la logística.
Las autoridades municipales y estatales aceptaron que las tribus yaquis llevarán a cabo sus ritos por ser parte de sus usos y costumbres, pero al igual que las autoridades tradicionales, pidieron a la ciudadanía que no asistieron, a lo cual hicieron caso omiso y se aglomeraron durante casi toda la semana a pesar de no ser parte de la etnia.
Este año se tuvieron restricciones para evitar mayores problemas por el Covid-19, pues tradicionalmente después de la quema de máscaras se hace una velación toda la noche del Sábado de Gloria hasta el amanecer del Domingo de Resurrección, explicó Joel Coronado Amado, capitán mayor de la etnia Yaqui en el Coloso Alto.
"Esto es por primera vez, viendo la cuestión de la seguridad también de los muchachos, porque se hizo una campaña un poquito negra contra nosotros, porque al ser usos y costumbres no podemos abandonar nuestras fiestas, pero ya empezaron con las amenazas verbalmente y no queremos que pase a mayores, es por eso que nosotros ahora nos vamos a levantar", expuso.
Durante el Sábado de Gloria iniciaron con el tradicional paseo de Judas, que no es otra cosa que un fariseo con máscara de diablo, posteriormente se hicieron las "tres corridas del canto de gloria", donde las madrinas y padrinos retiran de a poco el atuendo de los chepayecas.
Posteriormente se hizo la quema de las máscaras, donde los más de 200 fariseos que participaron este año, se despojaron de su personificación para incinerarla y con ella los pecados y las malas vibras que tuvieron a lo largo del año anterior.
"Va a quedar pendiente por las cuestiones de la enfermedad y que no quieren mucho aglomeraciones, pues vamos a terminar el día de hoy (sábado)", puntualizó el capitán mayor de la tribu yaqui.
Cabe mencionar que en las tres corridas es donde los chepayecas guerreros yaquis piden perdón por todo lo malo que hicieron durante los 47 días de la cuaresma, que culmina al quemar las máscaras, que es cuando alcanzan el perdón de los pecados.