Inicia en Hermosillo la #CadenaFeministaMX una concentración pacífica en la que las mujeres piden un freno a la inseguridad y a la violencia de género que en algunos casos ha terminado en feminicidios en todo el país.
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Las escalinatas del edificio de Museo y Biblioteca de la Universidad de Sonora se han convertido en el punto de inicio de este tipo de movimientos para pedir la paz, seguridad para las mujeres y justicia por parte de las autoridades para resolver estos casos, y este sábado 07 de marzo, alrededor de 300 participantes se reunieron con este fin.
En el marco de esta convocatoria, la artista plástica Liliam Urías realizó tres tipos de instalaciones representativas: un comedor con manchas rojas que representa la ausencia de la madre o hija que fue víctima del feminicidio; siete sabanas con nombres de mujeres y niñas que fueron asesinadas en 2019 y 2020 en México, y una cruz negra y blanca formada con diversos sostenes de niñas y mujeres.
Esta cadena se organizó de manera “natural”, tiene una representación nacional en 26 estados de la República, con la finalidad de erradicar la violencia contra la mujer, y ha sido organizada por Wendy Avilés.
“Hoy decimos basta ya a todos los tipos de violencia que sufrimos las mujeres, agradecemos a las mujeres que aceptaron participar en esta convocatoria”.
Liliam Urías, quien agradeció al colectivo, presentó un trabajo en la memoria a los mártires de México, Ámbar Dolores, estudiante de arquitectura y a la doctora Raquel Padilla.
La artista que realizó tres diferentes obras artísticas; una cruz realizada por sostenes de mujeres y niñas, sabanas de las memorias por muchas de las desparecidas en Sonora, asimismo un comedor que simboliza el rompimiento en la familia (cuando una mujer desaparece en la familia)
En esta concentración estuvo presente Alfonsina Torúa, hija de la investigadora sonorense Raquel Padilla, víctima de feminicidio en 2019; la joven ha dicho que trata de acudir a todos los eventos convocados en donde se recuerda a su madre en el pase de lista y en donde se recuerda a las víctimas como ella. A mujeres que se han convertido en estadística.
“Es doloroso que en el pase de lista esté tu mamá, de extrañarla y ver toda la desesperanza que es cosa de todos los días, que le tocó a mi mamá. Las invito a que sigamos luchando y que alguien pueda pararse y digan, mi mamá sí fue la última”, dijo a las asistentes.
Mujeres de distintas edades, vestidas de morado y con pancartas con distintas leyendas, expresan consignas como "Ni una más, ni una más, ni una asesinada más", a los vehículos que circulan por la calle Rosales y a las personas que se han acercado a mostrar solidaridad con esta causa.
Tomadas de las manos o unidas por los brazos, las asistentes volvieron a conformar la cadena representativa que las une a las mujeres de todo el país para que participaran aquellas personas que llegaron después de la primera; enumeraron los tipos de violencia que este género recibe, no nada más la física sino también la psicológica, económica, laboral y sexual, y exigen un alto ante todo tipo de manifestaciones violentas.