Calles congestionadas de personas y automóviles es la constante durante este fin de semana en el Centro Histórico de Hermosillo, pues a un día de celebrarse Noche Buena, la ciudadanía sigue buscando todo lo necesario para pasar un momento agradable con la familia.
Las famosas “compras de pánico”, esas que se hacen hasta el último momento, fue toda una realidad en el primer cuadro de Hermosillo, siendo el caos vial una de las principales consecuencias.
Los elementos de tránsito trataban de poner orden, sin embargo, uno de los agentes policiales mencionó que el peatón no respeta su autoridad y “se lanza” a la calle cuando es el turno para los automovilistas.
De igual forma, los conductores de vehículos aceleran cuando el semáforo se encuentra ya en la luz ámbar, quedando muchas veces en medio de los cruceros y con una gran multitud de personas a su alrededor.
Los comercios se encuentran abarrotados de personas desesperadas por comprar un regalo, un abrigo, elementos para la cena navideña, entre otras cosas, y como es común en esta ciudad capital, varios hombres con bolsas de mandado estaban a la espera de que sus esposas salieran de los comercios.
Hay enormes filas a la hora de pagar por los productos, en los baños públicos, incluso en las mismas banquetas de la vía pública, lo que propicia que algunas personas decidan caminar por la calle arriesgando su integridad física.
Los vendedores trabajan a marcha forzada, el Mercado Municipal se llenó, las unidades del transporte urbano suben y bajan gente a montones, mientras que la música decembrina se escucha de algún aparato de sonido que se encuentra en venta.