Desde que la gente se ha resguardado en sus casas la economía se ha detenido y varios de los comercios establecidos del Centro de Hermosillo se encuentran cerrados, sin embargo, aún siguen a la espera muchos vendedores que diariamente salen a las calles desoladas de la capital en búsqueda del sustento.

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Ahí, a la espera, varias personas se mantienen a expectantes, deseando que una persona aparezca y compre sus productos, sus helados, sus comidas y demás; todo para poder llevar el sustento a casa, donde sus familias aguardan.

En medio de un escenario vacío, con cortinas metálicas cerradas y en la incertidumbre de convivir con la invisible amenaza del virus, estas personas se mantienen en pie, esperando a sus clientes que, en este momento, son su única posible ayuda.