Uno de los puntos más emblemáticos de la capital sonorense es la presa Abelardo L. Rodríguez, que este 5 de abril cumplió 74 años de haber sido inaugurada.
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Fue el 5 de abril de 1948 cuando el entonces presidente de la República Miguel Alemán Valdés visitó Hermosillo para inaugurar la presa “Abelardo L. Rodríguez”, junto al gobernador con licencia que le dio el mismo nombre.
Hermosillo en aquellos años era un pequeño poblado de apenas alrededor de 40 mil habitantes, cuyo presidente municipal era Roberto Romero, pero a pesar de su tamaño requería de un sistema que surtiera de agua potable a los ciudadanos.
Información del Sistema Nacional de Presas (SNP) señala que actualmente el embalse tiene un almacenamiento prácticamente nulo, pues tiene 0.1 hectómetros cúbicos, lo que la ubica muy lejos de sus mejores días.
La presa de Hermosillo, junto a la de Copándaro, Michoacán son las que presentan los porcentajes más bajos de almacenamiento en el país, con menos de 10%. También, el SNP destaca que, históricamente el porcentaje de almacenamiento de estas últimas presas no rebasa el 2% y el 50%, respectivamente, en los últimos 5 años.
El nivel de aguas máximas ordinarias (NAMO) es de 284 mil 470 hectómetros cúbicos, la altura de su cortina es de 36 metros y un bordo libre de 3 mil 200 metros.
Los años 1984 y 1994 fueron los últimos en los que la presa ubicada a un costado del bulevar de Los Ganaderos, tuvo un almacenamiento extraordinario, y desde 1998 está prácticamente seca, situación que se repite todos los años, a excepción de pequeños cuerpos de agua.
Debido a la sequía que impera en la entidad y el fenómeno meteorológico La Niña, que afecta al hemisferio norte del mundo, no se esperan grandes precipitaciones, por lo que la situación de la presa no cambiará por lo menos en el primer semestre del año.
Nicolás Pineda Pablos, investigador y catedrático en gestión del agua de El Colegio de Sonora (Colson), explicó que fue construida prácticamente como un capricho de Abelardo L. Rodríguez, ya había pedido licencia de su cargo como gobernador.
Indicó que pretendía que la Secretaría de Recursos Hidráulicos le diera su aval para la construcción, pero no hubo acuerdo por el lugar donde se edificaría la presa, pues el lugar más propicio, decían, era en Puerta del Sol, municipio de Ures.
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“Rodríguez tenía varios motivos para la presa, uno era proteger a la ciudad, mientras que el más importante, era el control de avenidas un mayor desarrollo de la ciudad y detener esa amenaza, porque el río era muy ancho en aquellos años. El otro era la creación de un pequeño distrito de riego para promover la agricultura en el área de los ejidos de Villa de Seris, La Manga y La Peaña”, recordó Pineda.
Sin embargo, la presa Abelardo L. Rodríguez es prácticamente para control de avenidas y aunque también puede ser utilizada para aprovechar el agua, su tipo de terreno no lo hace tan apto para esto, pues no es empedrado natural y el agua tiende a absorberse por el subsuelo o evaporarse.
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Esta es un poco de la historia y de situación actual de este sitio y aunque no es muy alentador el pronóstico para este año, sigue como un punto representativo para Hermosillo y punto de reunión en su mirador.