Caminar por la segunda etapa de la colonia Café Combate es retroceder en el tiempo 30 años, así lo describen sus habitantes, ya que arrojan sus aguas negras a la calle debido a la falta de drenaje que esperan con ansia sea instalado, además de las tomas clandestinas eléctricas o “diablitos”, lo cual es otro peligro latente.
“Es un foco de infección, en verano nos va ‘como en feria’ con las infecciones estomacales, es una peste porque nuestras aguas negras cuando vaciamos las fosas sépticas se estancan y es un serio problema de sanidad, además no nos la acabamos con el dengue en la época de lluvias. Llevamos años solicitando al Ayuntamiento que nos regularicen el servicio y nomás no”, comentó molesta la señora Armida Durazo.
Los robos a casa-habitación es otro problema muy frecuente en el sector, ya que a todas horas los amantes de lo ajeno ingresan a los hogares a sustraer los bienes. El poco alumbrado público en sus avenidas es otra ventaja que aprovechan los maleantes para asaltar a los transeúntes que circulan sobre un lote baldío que se ubica en las calles Tepatitlán y Zihuatlán.
Vecinos de este sector de la ciudad exigen a las autoridades que haya más rondines de las unidades policiacas y que por lo menos raspen con más frecuencia las calles, ya que la contaminación por polvo afecta la salud de sus pobladores.