Como un gran ejemplo de persona, maestro y destacado muralistarecordó Alma Angelina Gutiérrez Millán a Héctor MartínezArteche, quien hoy cumple siete años de haber fallecido y de dejarun gran legado artístico en el Estado de Sonora.
La coordinadora de Visitas Guiadas en el interior del Palacio deGobierno, relató para El Sol de Hermosillo que el maestro Artecheinició su carrera en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de laUniversidad Autónoma de México, en el año de 1948.
Tras hacer tres murales con el pintor Juan O’Gorman, ganar dosconcursos nacionales de pintura y grabado, además de obtener unpar de menciones honoríficas, Héctor decidió trasladarse alEstado de Sonora para hacerse cargo de la escuela de ArtesPlásticas de la Universidad de Sonora (Unison).
Con el paso del tiempo el artista se enamoró de todo lo querepresenta Sonora, tal y como se lo había prometido su madre,originaria de Sinaloa, quien le recomendó conocer esta entidad, lacual adoptó como su hogar.
Para el año de 1984, el entonces gobernador, Samuel OcañaGarcía, decidió que las paredes interiores del Palacio deGobierno pasaran de ser blancas a coloridas, por lo que contratóal artista Enrique Estrada y a su esposa, mismos que fueronrecomendados por el director del Instituto Nacional de las BellasArtes.
Para la planta baja del recinto aún no se había contratado aalguien, por lo que el maestro Arteche se ofreció para crear unaobra bajo el tema del surgimiento de nuestra entidad desde lacosmogonía indígena, la cual la culminó magistralmente en unperiodo de siete meses.
“Hizo una excelente integración en su mural, integró muybien el color y la luz ambiental, pero también llevó a cabo unaintegración de la arquitectura del edificio y el espacio mismo,él aprovechó los arcos del inmueble que aloja al Poder Ejecutivopara ir enmarcando cada una de las partes del mural”,relató.
Las características del mural de 500 metros cuadrados son elmovimiento, la energía y la luz que se impregnó en cada muro,además que se utilizó la antigua técnica artística conocidacomo “fresco”, es decir, se pintó sobre una mezcla fresca paraobtener colores intensos y sin hacer retoques. Gutiérrez Millánrelató que el ex gobernador confió tanto en el artista que nisiquiera vio el boceto del mural, además que no se detenía asupervisar y cuestionar el proceso de la obra cuando llegaba alrecinto.
La única ocasión en la que el ex mandatario Samuel Ocaña lehizo una observación al maestro Arteche, fue cuando le comentóque uno de los caballos pintados se encontraba parado y nocaminando, a lo que el artista después de dar una revisadamodificó una de sus patas para mostrar una sensación demovimiento.
“Al día siguiente el maestro Arteche llega temprano sabiendoque iba a pasar el Gobernador antes que él y espera a ver qué ledice, y contó que el Gobernador nada más se paró un poquito y lehace una señal con la mano como diciendo eso era lo que yoesperaba, el ex gobernador quedó totalmente complacido con laobra”, finalizó.