Leonardo Rodríguez
Ana Gloria, proveniente de Carbó, tiene alrededor de ocho añosdedicándose a la venta de pitayas en la ciudad de Hermosillo, unamujer que conoce de cerca todos los procesos para la venta de estosfrutos y lo agotador que puede llegar a ser.
El proceso de recolección de la fruta, es realizado por suhermano, quien se despierta a las 3 o 4 de la mañana para comenzara cortarlas, juntando una gran cantidad de producto para que ellase encargue de venderlas.
Ana llega alrededor de las 9:30 horas y se instala en una de lasentradas del Mercado Municipal para comenzar con las ventas. Sonaproximadamente ocho horas las que se encuentra establecida en ellugar, colocando la cantidad de 200 a 300 pitayas diariamente,debido al comienzo de la temporada, estas tienen una gran demandaen los meses de junio hasta agosto, mes en el que culmina elciclo.
PODRÍAN MULTAR A PITAYEROS Cuando se llegue aun consenso para ver el punto donde se colocará a los vendedoresde pitayas, quienes no se muevan de las inmediaciones del MercadoMunicipal podrían recibir multas de hasta 16 mil pesos, informóVíctor Hugo Higuera Corral.
El director de Inspección y Vigilancia explicó que a loscomerciantes se les podría sancionar con una penalización dehasta 200 Unidades de Medida y Actualización (UMA’s),equivalentes a 16 mil 80 pesos.
“Se les puede sancionar o sea estamos facultados parasancionar, nosotros estamos hablando de la mejor manera con ellospara efecto de que como es temporal y viendo la situación de lasmadres solteras teneos un criterio, pero no sé qué tanto podemossoportarlo así, porque los otros vendedores comentan, porque ellossí y nosotros no”, dijo.
De igual manera, Higuera Corral explicó que se mantienenpláticas con los vendedores para ver en qué punto se les reúnepara realizar una especie de “Festival de la Pitaya” y puedanexhibir ahí sus productos, para lo que no se ha descartado elParque Madero o El Jardín Juárez.