No sólo la pandemia ha repercutido en el gasto mensual de los sonorenses, sino también otros factores como la inflación en el precio de los productos y hasta el calor.
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Es en verano cuando el consumo de los servicios más básicos, como agua y electricidad, tienen mayor demanda en los hogares, por lo que su consumo se eleva y con ello el precio, llegando a destinar hasta mil 156 pesos cada mes solo en este rubro.
De acuerdo a Ignacio Peinado Luna, es en este periodo del año cuando más gasta una persona en la entidad, sobre todo en Hermosillo, ya que en invierno se llegan a pagar por ejemplo 400 pesos, mientras que en verano sube el costo hasta 2 mil pesos o más.
El presidente de la Unión de Usuarios, organización dedicada a apoyar a los más vulnerables ante diversas instancias como la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Agua de Hermosillo, señaló que las familias utilizan más su salario para los servicios básicos y comer.
“Para algunos desafortunadamente esto no alcanza, por lo que tienen que buscar algún préstamo o acudir a una casa de empeño”, expresó.
Además, expuso que este problema en la economía de las familias se agudizó tras la contingencia sanitaria causada por el Covid-19, debido a que varias personas se quedaron sin empleo, aunado a esto aumentó la inflación.
“Los precios al alza repercuten en la economía familiar, en el pasado se llevaba mucho más mandado por el mismo precio, hoy con el mismo precio pagas más por menos”, reiteró.
Una alternativa para reducir esta situación, agregó, es que las autoridades gubernamentales lleven a cabo diversas acciones, como generar condiciones para atraer más inversiones y así una mayor generación de empleos, los cuales deben ser más remunerados.
Añadió que también se debe contar con incentivos para los pequeños empresarios, quienes brindan aumentan los puestos de trabajo, así como garantizar la estabilidad laboral.
No todos gastan lo mismo
A pesar de las condiciones financieras que se han generado por diversos factores externos, como la crisis sanitaria y el alza en el precio de varios insumos, hay una diferencia de ingresos y gastos de hasta 20 puntos entre ricos y pobres en el estado.
Al respecto, Luis Armando Moreno, economista y analista de datos, estudiante de la Maestría en Ciencias de Datos por la Universidad de Sonora (Unison), declaró que las familias más vulnerables gastan el 44% de sus ingresos en alimentos, mientras que el 10% de los más ricos utilizan sólo el 24% de su sueldo en este rubro.
“Hay 20 puntos de diferencia entre las familias más ricas y pobres, lo que demuestra la prioridad de gasto y la libertad de decisión que tienen de consumo las familias sonorenses”, comentó.
En 2020, los hogares sonorenses gastaban en promedio 20 mil 453 pesos al mes, el 10% más pobre 4 mil 117 mientras que los más ricos 66 mil 572 pesos, si estas cifras se comparan con los ingresos de 2018 hay una diferencia de una caída de -4.4%, detalló.
En promedio, un sonorense utiliza 33% de su gasto en alimentos, incluyendo bebidas alcohólicas y tabaco, 20% en transporte (incluye gasolina), vehículos y comunicaciones, mientras que el 14% en vivienda, combustibles (Gas natural y LP) y energía.
De ese 14%, resaltó que 10% va destinado únicamente a la electricidad y al gas, lo que posiciona a Sonora como una de las entidades donde las familias invierten más recursos, casi mil 100 pesos, en este rubro, sobre todo en verano.
“17% gasta la familia más pobre en el rubro de vivienda combustibles y energía, mientras que las más ricas sólo el 12%”, externó.
El resto de los ingresos, se dividen en otros aspectos, un 8% en educación y esparcimiento, 8% en cuidados personales, 6% en el hogar, como la limpieza, 4% en transferencias, 4% en salud y un 2% en vestido y calzado.
“Las familias más pobres gastan sólo el 3% en educación, mientras que los más ricos el 13%... esto habla de las limitantes en las decisiones de consumo que tienen las familias más pobres es decir que para cubrir sus necesidades más básicas gastan un mayor porcentaje como alimento, transporte y energía eléctrica y dejan muy poco para la educación”, destacó.
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Estos datos provenientes de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos 2020 también indicaron que el 20% de la población más rica concentra el 48.7% de los ingresos, mientras que los más pobres el 16.2%.
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