Hace 35 años en una estación de autobuses en Empalme, Sonora, se conocieron Zeila Urías y Gerardo López, desde entonces su amor ha sido un gran ejemplo a seguir para sus hijas y familia.
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Gerardo estaba por tomar el tren para regresar a la universidad en Hermosillo, pero gracias al destino no logró alcanzarlo, por lo que tomó el autobús, lugar donde se encontraba la señora Zeila, a quien conquistó después de meses.
“En esos momentos a ella se le cayeron unas monedas y yo las levanté, se me hizo muy guapa, se me quedó mirando con sus ojotes y de ahí ya no la solté; nos fuimos en el mismo autobús y como yo era un poco tímido no le hablé, nomás le pregunté qué estudiaba y me dijo que en la Normal del Estado y no sabía qué era”, contó.
Gerardo comenzó a investigar dónde se ubicaba la escuela y a los días de haberla conocido fue a buscarla a la universidad, recordó que ella estaba confundida e impresionada por verlo, pues jamás lo esperó.
“No supe qué decirle cuando la vi por segunda vez, nomás le dije que venía a visitarla y se le hizo no muy común; yo estaba entre tímido y aventado y desde ahí empecé a frecuentarla, le pedía un libro y ni siquiera estudiábamos lo mismo”, comentó.
Durante el tiempo de conquista fueron tiempos difíciles para ambos, pues Gerardo estudiaba la Licenciatura en Derecho en la Universidad de Sonora y en ese entonces estalló la huelga, por lo que los papás de él lo mandaron a continuar sus estudios en Guadalajara.
“Duramos como unos seis meses o más siendo amigos, porque hubo huelga en la Unison por muchos meses, pero eso no impidió que siguiéramos hablando porque nos mandábamos cartas, yo le mandaba muchas”, agregó.
Zeila, mencionó que Gerardo durante los seis meses le mandaba una carta por semana, ya sea mediante corre, fax o telegrama, porque no querían perder contacto, ya que los dos para ese entonces estaban totalmente enamorados.
“Cuando dejó de haber huelga se regresó a Hermosillo y terminó el semestre en Guadalajara, pero de inmediato me fue a buscar y comenzamos a salir otra vez, íbamos por nieve, a caminar. Siempre fue muy atento, siempre me tenía un detalle cuando me visitaba”, relató.
Zeila entre risas, comentó que a veces la enfadaba porque era muy romántico e insistente, pero ella sabía que estaba profundamente enamorada de él, pues Don Gerardo siempre ha sido muy atento con ella.
Pero fue un seis de mayo cuando finalmente fueron novios y desde entonces su amor a perdurado, incluso aun así de haber pasado tantos años, consideran que hoy son más felices y el amor entre los dos es cada vez más fuerte.
“No sé por qué muchos nos admiran, yo pienso que los jóvenes o personas adultas ya no creen en el amor y se admiran de las parejas que han durado muchos años juntos; yo les digo que con amor y confianza todo se puede lograr”, dijo.
Finalmente, Gerardo considera que el amor es simplemente entregar todo sin pedir nada a cambio, ser detallistas cada día, desde una flor hasta un “qué guapa te miras”, o un “te amo”.