Hace más de 50 años, Manuel Martínez Montoya inició con la venta de fruta fresca a las afueras de la primaria Heriberto Aja en Hermosillo; y tras su fallecimiento, la familia Guijarro continuó con la preparación de este platillo conocido como “Pico de Gallo”.
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Manuel era reconocido no solo por la venta de su producto, sino también por una tradición muy reconocida por los hermosillenses: regalar un vaso de fruta a los niños en su día; sin embargo, este año se tuvo que cancelar.
“Mi nino (padrino) comenzó vendiendo paletas de hielo por la calle, se paraba en la esquina de la calle Nayarit y también pasaba por la primaria Heriberto Aja, luego empezó a vender naranjas partidas a la mitad con chilito y vio que les gustaba entonces incluyó más frutas”, manifestó Jacqueline Guijarro, ahijada de Manuel, en entrevista con El Sol de Hermosillo.
Fue así como el carrito de paletas se cambió por una carreta con grandes llantas y un techo para cubrir los alimentos, que más tarde se quedó establecido para vender las frutas, en la plaza Morelos, ubicada en Heriberto Aja entre Veracruz y Nayarit, de la colonia Centro.
“En una ocasión se le ponchó una llanta a su carreta y la directora que estaba en ese momento le dijo que podía guardarla ahí, después le permitió hacerlo más seguido, en agradecimiento a ese gesto mi nino prometió que cada 30 a abril regalaría fruta a los niños de la escuela, lo hizo durante muchos años y cuando falleció mis padres continuaron con la tradición”, explicó.
Incluso, en la escuela primaria "Heriberto Aja" le otorgaron un reconocimiento por la labor que hacía cada Día del Niño, al hacerlos sonreír con un vaso de "Pico de Gallo".
Don Manuel falleció en el año 2012, desde entonces los compadres Moisés Guijarro y Silvia Jardines y algunos integrantes de la familia continuaron trabajando en el reconocido establecimiento.
“Mis papás se hicieron cargo del negocio cuando mi nino Manuel enfermó, él quería que ellos continuaran, esto fue alrededor del 2006 y hasta el 2019 continuaban regalando la fruta casi siempre un día antes o dos del 30 de abril”, mencionó Jacqueline.
La combinación de colores y sabores atraían la atención de los comensales, entre la sandía, piña, melón, coco, mango, piña, jícama, pepino, naranja preparadas con la especialidad; el chilito colorado, conquistaban el corazón el público.
Debido a la contingencia sanitaria por Covid-19, la carreta “Los Compadres” tuvo que cerrar durante un largo periodo, siendo este la única fuente de ingresos para la familia, asimismo por primera vez después de 50 años se canceló la repartición de fruta a los niños de la escuela, tradición que comenzó don Manuel.
“Es la principal fuente de ingresos para mis papás y si ha sido duro estar tanto tiempo sin trabajar, sobre todo tener la incertidumbre de cuándo volverá todo a la normalidad, extrañamos mucho a nuestros clientes, ya que les tomas mucho aprecio cuando frecuentas tanto con ellos”, expresó.
Este año todo será distinto, pues la familia de Jacqueline celebrará desde casa, aunque recuerda con nostalgia esa fecha tan importante considera que el próximo año que viene será mejor y podrán hacer felices a muchos niños.
“Cuando mi papá hacía las compras de la fruta para el festejo del 30 de abril, algunos de sus proveedores del mercado de abastos Francisco I. Madero le daban un extra de fruta como apoyo y también el proveedor de las frituras nos regalaba, hacer esto es muy gratificante y me llena de orgullo esta tradición porque no cualquiera se anima a hacerlo, son alrededor de mil niños los que reciben un vaso de fruta, es muy bonito escuchar a los niños decirles emocionados a sus papás cuando los llevan a comprar que nosotros somos los que les regalamos fruta”, añadió.
Para finalizar la familia les desea un feliz Día de Niño a todos y esperan el próximo año retomar la tradición y sacar una sonrisa a los pequeños de las escuelitas.