A pesar de ser uno de los menores más afectados por el trágico incendio de la Guardería ABC, el 5 de junio de 2009, Héctor Manuel Robles Villegas no se ha dejado vencer y anhela con cumplir su sueño: ver un juego de futbol entre el Real Madrid y Barcelona.
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Adriana Guadalupe Villegas, madre de Héctor, recordó que en el día de la tragedia tenía 3 años 3 meses; él es el niño –de los hombres- más afectado de los sobrevivientes, quien a pesar de las restricciones que dejó en su cuerpo aquel lamentable incidente, no se han limitado las ganas de superar cualquier prueba que se interponga para cumplir lo que más quiere.
“Héctor tiene 60% del cuerpo injertado, y del 40% que queda, se quitó cinco veces su piel, lo que ha dañado su tejido, como si fuera quemadura; es decir, si tú lo miras, el 100% de su cuerpo está dañado”, explicó la madre.
Asimismo Adriana mencionó que Héctor ha pasado por 28 cirugías reconstructivas a lo largo de estos once años. Una de ellas se realizaría en este mes, sin embargo, la contingencia por Covid-19 ha evitado que puedan trasladarse a Estados Unidos, donde se llevaría a cabo.
“Héctor está muy feliz, es su primer verano sin cirugías. Ha sido un camino muy largo, cuando veo que él ya vivió, siempre dije ‘lo difícil ya pasó’, pero lo bueno apenas empieza. Yo pregunté qué secuelas podría haber después de una inhalación tan severa de tanto tóxico, me dijeron que ocho años después vendrían los problemas pulmonares y todo lo demás”, señaló.
La madre de Héctor dice que es un niño muy serio y muy competitivo, quien a pesar de las batallas a las que se ha tenido que enfrentar, sabe de antemano que el “no puedo” no existe y tiene en mente sus objetivos, a sabiendas de las restricciones de su cuerpo.
“La primera vez que lo dejé encargado con su tía, una de mis hermanas, vio a todos los niños subirse a la resbaladilla por el lado contrario, quiso hacer lo mismo y a medio camino se cae y se viene abajo, tuvimos que ir a urgencias por una contusión que tenía en la cabeza”, recordó.
Sin embargo, comentó que nunca ha sido sobreprotectora con él, pues sabía que esto podría repercutir en la salud mental de ambos, lo que ha forjado en él la mentalidad que lo impulsa a levantarse en cada caída que ha tenido y ha sabido salir adelante.
“El mundo es muy duro, el mundo es cruel y hay que saber enfrentarlo. Prepararlo para una realidad y hacerlo autosuficiente, es un niño inteligente, es muy astuto, ahorita ya 14 años, bendito Dios”, dijo.
La primera de las actividades físicas a las que quiso incursionar fue natación, luego rappel y después fue taekwondo. Con tan sólo 6 años de edad obtuvo algunos reconocimientos como llegar a cinta negra en 2016 y dos años después, en 2018, ganó una competencia estatal, justo en el noveno aniversario de la tragedia.
“En el noveno aniversario fue y dije yo ‘las pruebas que nos pone Dios’, porque Héctor, en el estatal iba a pelear el día 4 de junio, por azares del destino se cambia la fecha y pelea el 5 de junio, a las 2:30 de la tarde. Héctor estaba en un tatami peleando. Un 5 de junio de hace nueve años él estaba peleando por su vida y hoy por una medalla para el estado”, detalló.
Luego de cumplir un año en taekwondo, notó que uno de sus músculos de la pierna se había formado, lo que provocó que se interesara aún más por sus sueños, jugar futbol, donde ha participado en algunas ligas pequeñas de la ciudad, donde comenzó a madurar un poco más.
“No todo ha sido dolor, han habido momentos de calidad, no te puedo negar eso. Esto es un sube y baja, tenemos días buenos, otros no tan buenos y siempre tratando de sacar lo positivo a la tragedia”, narró.
Adriana Villegas comentó que el gran sueño de su hijo es ir a Barcelona para presenciar un juego entre el Real Madrid y el Barça, y sigue con sus estudios; asiste a segundo grado de nivel secundaria y es un niño con bastantes aptitudes.