En las últimas dos décadas Hermosillo se ha consolidado como una de las principales capitales del Norte de México y está a punto de convertirse en una ciudad con un millón de habitantes que aún conserva los vestigios y recuerdos de antaño.
Al inicio del siglo actual, la ciudad contaba con 545 mil 928 habitantes, pero para sel 2022 el Ayuntamiento contabilizó 936 mil 263 personas establecidas en el municipio, crecimiento que se ha expuesto a la par que la expansión física de la urbe.
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Hace 23 años, la mancha urbana sólo llegaba unos metros más allá del bulevar Progreso, mientras que en el sector Poniente los límites eran el bulevar Quiroga y en el Sur se consolidaba la Nuevo Hermosillo.
Fue alrededor del año 2010 cuando comenzaron a habitarse y comenzar un auge de expansión colonias como Puerta Real y Villa Bonita, incluso en ese momento vialidades como el Camino del Seri tenían sólo dos carriles y un arroyo sin embovedar.
En el 2009, Las Placitas todavía conservaban una gran parte de su esencia ejidal, los predios contaban con importantes extensiones de tierra y abundaba el ganado, ese mismo año se concretó el desarrollo del bulevar Quiroga desde el García Morales hasta el bulevar Colosio, mientras que del Camino del Seri al Colosio ya se había modernizado.
En lo que respecta al comercio y el entretenimiento, la capital del estado gozaba de una serie de espacios que todavía siguen vigentes en la memoria, pero que por diversas cuestiones tuvieron que cerrar sus puertas en estas dos décadas.
Como es el caso del emblemático centro comercial Mazón que cerró sus puertas en el año 2003, en Hermosillo contaba con las ubicaciones del Centro sobre la calle Plutarco Elías Calles y el conocido "Bulevares" que se encontraba sobre el Luis Encinas.
Fue desde los años 80 cuando comenzó sus operaciones, posicionando sus productos, pero sobre todo diversos actos que marcaron a los hermosillenses como la presentación del Santoclós de Mazón, a pesar de que se encontraba en una vitrina del inmueble y era un equipo mecánico, aún es uno de los más recordados por los habitantes de la ciudad.
Otro negocio que también cerró sus puertas en estos 23 años fue las tiendas VH, fundada por la familia Valenzuela, un supermercado que se estableció en la localidad en los años 70 y que llegó a contratar a más de 3 mil 500 empleados directos, pero que por cuestiones económicas cerró las 52 sucursales en el 2009.
En la tienda Mazón Bulevares existía el sitio de juegos y diversión conocido como Fantasy, donde los niños jugaban con las maquinitas más modernas, también se contaba con el Mundo Divertido, en el bulevar Colosio, un espacio donde había albercas, toboganes y hasta go karts, pero también cerró sus puertas en el 2007, tras operar 13 años.
Una situación similar se presentó con La Sauceda, el parque recreativo ubicado al Oriente de la ciudad cerca de la presa Abelardo L. Rodríguez que fue inaugurado en 1994, ahí también había albercas, toboganes, jardines, un tren que circulaba por el sitio, un auditorio y hasta un museo de recreación, pero en el 2012 dejó de funcionar.
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En la actualidad, este espacio está en proceso para ser modernizado y habilitado como un parque recreativo más grande, extendiéndose hasta el Cerro de la Cementera y volviendo a retomar su esencia inicial.
Sobre los negocios, la capital de Sonora se ha posicionado entre las más atractivas para la inversión en estos 23 años, en los más recientes se han instalado empresas tecnológicas como Amazon, lo cual representa innovación y avance para la población.
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