Las mujeres han jugado un papel importante dentro del Sector Salud durante la pandemia de Covid-19. Doctoras, enfermeras, internistas y anestesiólogas, por mencionar algunas, han sido los rostros que se han enfrentado de cara contra el nuevo coronavirus, cuyos primeros casos en la entidad se detectaron el pasado 16 de marzo de 2020.
Katia Cruz es enfermera del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y trabaja en una de las unidades médicas de Hermosillo. Con tan sólo 23 años, relata que, desde que se detectaron los primeros casos en la entidad, ha estado trabajando en la primera línea, siempre con vocación y una actitud positiva, a pesar de las dificultades a las que se ha atravesado.
En exclusiva para El Sol de Hermosillo, comentó que al principio estaba temerosa de la situación y que incluso meses antes, cuando se comenzaba a hablar de los casos tenía preocupación de que la fueran a requerir para el área.
“Yo me acuerdo que yo estaba: ojalá no me toque, ojalá no esté ahí, ojalá no me pongan ahí… Yo creo que todo México no estaba preparado, y no estamos preparados para una pandemia”, dijo.
Señaló que una vez detectados los primeros casos, el Sector Salud tuvo que hacer una serie de adecuaciones para poder hacer frente al problema; al principio, dijo, se tuvieron dificultades como la de material de protección, sin embargo, poco a poco se hicieron los ajustes necesarios y, a casi un año del primer caso, han logrado sacar adelante su trabajo y a sus pacientes.
Solidaridad y tristeza
Katia relata que el sector de enfermería es liderado principalmente por las mujeres, aunque también hay hombres enfermeros, sin embargo, han sido ellas quienes han contribuido en la batalla contra el virus día con día, siempre con disposición, empatía y las ganas de seguir desarrollando su trabajo y ayudar a salvar vidas de la mano de sus compañeros y compañeras médicos, internistas, anestesiólogos y todo el equipo.
“Para mí ha sido muy impresionante y muy admirable; siempre hemos sido muy trabajadoras, siempre hemos sido de mucha iniciativa. Cuando nos preguntaban si queríamos ir al área nosotras aceptábamos”, comentó.
Asimismo, señaló que ha sido destacable la disposición de los jóvenes, pues en el hospital se encuentran muchas mujeres pasantes de enfermería, quienes a pesar de que se les dio la opción de no acudir durante estos meses han seguido presentándose todos los días y han resultado una ayuda muy valiosa para el resto del equipo.
“Les veo las ganas de aprender, de seguir yendo; con todo el equipo van ellas. No entran al área, pero están en el hospital. Yo les diría que sigan adelante, que sigan con sus sueños; que si esto les gusta que no se detengan, es una profesión muy bonita…”, expresó.
Por otro lado, a lo largo de estos meses han sido inevitables las pérdidas, no sólo de los pacientes sino también del personal médico, hecho que les ha afectado considerablemente pues el temor, la impotencia y la tristeza han estado presentes en los pasillos de las áreas Covid, y se ven reflejados en los rostros cansados del personal médico.
Para Katia ha sido muy injusto ver morir a compañeros y compañeras que lo único que estaban haciendo era realizar su trabajo, tratando de salvar la vida de sus pacientes.
“No estaban en una fiesta; no fueron a una reunión; no fueron a verse con alguna persona, estaban en el área, estaban ahí en contacto con los pacientes, ayudándolos, dándole su servicio, y se contagian y lamentablemente mueren. Siento que es injusto que pierdas la vida por el simple hecho de hacer tu trabajo”, expuso.
La gratitud contra el desinterés
Dentro de las cosas positivas que encuentra Katia de toda esta experiencia, ha sido el hecho de la solidaridad que han tenido miles de personas al acatar las indicaciones del Sector Salud y aplicar todas las medidas sanitarias y evitar salir de casa lo más posible, pues dijo, esto logró que en algunos lugares los contagios pudieran minimizarse.
De igual forma, las personas que se han mostrado agradecidas con el personal médico y que entienden las dificultades por las que atraviesan, por lo que están pendientes para brindarles una palabra de apoyo o bien tener algún detalle con ellos.
“Mucha gente demostró que fue muy solidaria con nosotros, que nos decía ‘muchas gracias’, que nos mandaban incluso regalos como bebidas o comida, todo eso, cartas; muchísimas cartas de los familiares nos las hacen llegar casi a diario”, apuntó.
Sin embargo, la parte que siente que ha sido negativa, es el resto de la población que decidió no respetar ninguna indicación sanitaria o que bien lo hicieron por muy poco tiempo, y que continuaron con sus salidas y sus reuniones, hecho que sin duda propició que se elevaran los contagios en muchísimos lugares de la entidad.
“No supieron cómo manejarlo, no le dieron la importancia suficiente y por eso se expandió mucho más el virus”, dijo.
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Comentó que a estas alturas es difícil enviar un mensaje que pueda hacerles entender que la situación aún es delicada, aunque, de ser posible que escuchen, el mensaje sería que continúen aplicando los protocolos sanitarios como el uso de cubrebocas, gel antibacterial, la sana distancia y que eviten, en la medida de lo posible, el salir de casa.
Por último, Katia agradeció a todas esas mujeres que han permanecido de pie en la primera línea de batalla contra el Covid-19 y que, a pesar de las dificultades, el miedo y el riesgo que implica, han sido fieles a su vocación de servicio, siempre anteponiendo la salud y el bienestar de sus pacientes, tratando de mantener una sonrisa y una actitud positiva.