/ viernes 20 de marzo de 2020

HMO Cuéntame tu Historia | Así llegó el primer cine a Hermosillo

Corría el año de 1900 cuando se inauguró la primera sala de cine en la capital de Sonora, nos cuenta Manuel Hernández en esta edición

El "Salón Pathé" está considerado como el primer cine en Hermosillo y fue a principios del año 1900 cuando se encontraba abierto al público. Su ubicación se encontraba en lo que actualmente son las calles Doctor Paliza y Rosales.

Corría el año de 1900 cuando se inauguró la primera sala de cine en la capital de Sonora llamada Pathé. Esté se localizaba en la calle Rosales, en donde por mucho tiempo estuvo una botica de nombre Santa Teresita, además de locales contiguos por esa misma acera hacia el Poniente formaban parte del inmueble.

Este cine era muy pequeño, pero lujoso, era una sala como de unos 25 metros de largo por 8 de ancho, con sillas convencionales y un proyector que se instalaba en la parte de atrás, y como pantalla se colocaba una sábana blanca.

Cortesía | Manuel Hernández

Fue en ese tiempo cuando llegaron las primeras películas con movimiento, pero mudas. La forma de manejar las imágenes con el diálogo de los actores consistía en pasar primeramente en un cuadro a los actores desarrollando una acción y posteriormente se cambiaba a otro cuadro en donde se escribía el diálogo.

Uno de los actores más famosos de la época de las primeras películas con movimiento fue el cómico Max Linder el cual fue considerado como toda una estrella ya que hizo reír con sus actuaciones a los primeros espectadores.

La imagen de las películas de ese tiempo no es como las de hoy en día, sino que eran todo lo contrario eran algo toscas y los movimientos de los actores se veían muy bruscos y también muy rápidos ya que los primeros aparatos que llegaron estaban diseñados para ser proyectados con el voltaje que se utilizaba en Europa que era de 60 ciclos y en nuestro país se utilizaba el voltaje de Estados Unidos que era mayor, 125 ciclos, por esta razón parecía que las escenas eran tomadas en cámara rápida.

Cortesía | Manuel Hernández

Hoy en día con el avance de la tecnología se han perfeccionado las técnicas del cine y con esto se han creado imágenes cada vez más naturales ahora sí como sucede fuera de la pantalla.

Los comentarios que se escuchaban en ese entonces por los lugareños eran ¡Qué adelantados estamos!, ¡Qué va la ciencia a dónde nos lleva ya a ver las figuras humanas en la pantalla!, la gente estaba realmente sorprendida por el nuevo invento pero a la vez admiraban y gozaban al máximo cada cinta, la cual en muchas ocasiones las veían dos o tres veces.

Las personas que asistían al cine en esa época disfrutaban de un espectáculo realmente corto ya que las cintas solamente duraban entre media hora o tres cuartos de hora. En este cine se pasaban películas de las cuales el rollo del celuloide llegaba a medir hasta 300 metros de largo.

Cortesía | Manuel Hernández

A las afueras del cine se acostumbraba colocar una orquesta que tocaba canciones que gustaban a la gente de Hermosillo, y es a través del compás de la música que llamaban la atención del público, aunque en ese momento no se necesitaba de muchas estrategias de publicidad para atraer a los espectadores, ya que el nuevo invento resultaba irresistible para los lugareños sobre todo el sentarse a ver las imágenes en movimiento era algo sorprendente para ellos.

Con el cine Pathé se empezó a crear el gusto por ir a ver cine entre los hermosillenses, así que se podría decir que fue a partir de este es cuando nace la primera generación de espectadores, en la capital del estado de Sonora.

El "Salón Pathé" está considerado como el primer cine en Hermosillo y fue a principios del año 1900 cuando se encontraba abierto al público. Su ubicación se encontraba en lo que actualmente son las calles Doctor Paliza y Rosales.

Corría el año de 1900 cuando se inauguró la primera sala de cine en la capital de Sonora llamada Pathé. Esté se localizaba en la calle Rosales, en donde por mucho tiempo estuvo una botica de nombre Santa Teresita, además de locales contiguos por esa misma acera hacia el Poniente formaban parte del inmueble.

Este cine era muy pequeño, pero lujoso, era una sala como de unos 25 metros de largo por 8 de ancho, con sillas convencionales y un proyector que se instalaba en la parte de atrás, y como pantalla se colocaba una sábana blanca.

Cortesía | Manuel Hernández

Fue en ese tiempo cuando llegaron las primeras películas con movimiento, pero mudas. La forma de manejar las imágenes con el diálogo de los actores consistía en pasar primeramente en un cuadro a los actores desarrollando una acción y posteriormente se cambiaba a otro cuadro en donde se escribía el diálogo.

Uno de los actores más famosos de la época de las primeras películas con movimiento fue el cómico Max Linder el cual fue considerado como toda una estrella ya que hizo reír con sus actuaciones a los primeros espectadores.

La imagen de las películas de ese tiempo no es como las de hoy en día, sino que eran todo lo contrario eran algo toscas y los movimientos de los actores se veían muy bruscos y también muy rápidos ya que los primeros aparatos que llegaron estaban diseñados para ser proyectados con el voltaje que se utilizaba en Europa que era de 60 ciclos y en nuestro país se utilizaba el voltaje de Estados Unidos que era mayor, 125 ciclos, por esta razón parecía que las escenas eran tomadas en cámara rápida.

Cortesía | Manuel Hernández

Hoy en día con el avance de la tecnología se han perfeccionado las técnicas del cine y con esto se han creado imágenes cada vez más naturales ahora sí como sucede fuera de la pantalla.

Los comentarios que se escuchaban en ese entonces por los lugareños eran ¡Qué adelantados estamos!, ¡Qué va la ciencia a dónde nos lleva ya a ver las figuras humanas en la pantalla!, la gente estaba realmente sorprendida por el nuevo invento pero a la vez admiraban y gozaban al máximo cada cinta, la cual en muchas ocasiones las veían dos o tres veces.

Las personas que asistían al cine en esa época disfrutaban de un espectáculo realmente corto ya que las cintas solamente duraban entre media hora o tres cuartos de hora. En este cine se pasaban películas de las cuales el rollo del celuloide llegaba a medir hasta 300 metros de largo.

Cortesía | Manuel Hernández

A las afueras del cine se acostumbraba colocar una orquesta que tocaba canciones que gustaban a la gente de Hermosillo, y es a través del compás de la música que llamaban la atención del público, aunque en ese momento no se necesitaba de muchas estrategias de publicidad para atraer a los espectadores, ya que el nuevo invento resultaba irresistible para los lugareños sobre todo el sentarse a ver las imágenes en movimiento era algo sorprendente para ellos.

Con el cine Pathé se empezó a crear el gusto por ir a ver cine entre los hermosillenses, así que se podría decir que fue a partir de este es cuando nace la primera generación de espectadores, en la capital del estado de Sonora.

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