La Universidad Estatal de Sonora (UES) se enfrenta a una situación sin precedentes en su historia, ya que después de 41 años de su creación, por primera vez está en riesgo de una huelga, ante la falta de acuerdos en materia de prestaciones con el sindicato.
De acuerdo a información del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Estatal de Sonora (SUTUES), dio a conocer que tras dos semanas de negociaciones contractuales y salariales correspondientes a este año, las conversaciones han llegado a un punto muerto.
Jesús María Martín Terán Gastélum en calidad de secretario general del SUTUES, señaló que han decidido interrumpir las negociaciones debido a la postura radical de negación por parte de la autoridad universitaria, por lo que el día de un posible estallamiento está por definirse.
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A pesar de celebrarse cinco reuniones y de revisarse la mitad de las propuestas del Pliego Petitorio, no se ha logrado ningún avance significativo.
Dijo que la Comisión Negociadora de la parte patronal ha mostrado una falta evidente de respeto, voluntad y profesionalismo, llegando incluso al extremo de declarar su desconocimiento del techo financiero autorizado por el gobierno estatal para estas negociaciones.
La Asamblea General del SUTUES, en una decisión unánime tomada el 27 de febrero del presente año, autorizó el procedimiento de huelga.
Ante la intransigencia y la falta de habilidad negociadora por parte de la autoridad universitaria, la máxima casa de estudios de Sonora se encuentra al borde de enfrentar su primer movimiento de huelga en toda su historia.
La razón de que se podrían ir a la paralización de labores, es por la falta de avances en las negociaciones pone en evidencia la urgente necesidad de encontrar soluciones equitativas que satisfagan las demandas de los trabajadores y respeten las limitaciones financieras de la universidad y del gobierno estatal.
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Manifestó que la posibilidad de una huelga representa un desafío significativo para la estabilidad académica y operativa de la UES, así como para el bienestar de la comunidad estudiantil y el funcionamiento general de la institución.
El papel de la mediación y el diálogo se vuelve crucial en este punto crítico, con el objetivo de alcanzar un acuerdo justo y sostenible que permita a la UES continuar con su misión educativa sin interrupciones mayores.
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