En más de un 50% han incrementado los productores y comerciantes de Ures la venta de sus productos a partir de que se convirtió en Pueblo Mágico, lo cual se ha traducido en una derrama económica importante.
En un recorrido realizado por El Sol de Hermosillo en esta localidad, se platicó con vendedores de alimentos y demás, quienes son reconocidos por la calidad de los productos que conforman la gastronomía sonorenses.
Platillos como la carne con chile, machaca, tamales, frijoles, menudo, cocido, pozole, entre otros son los más ordenados por los comensales, quienes principalmente los fines de semana se dan cita desde otros municipios aledaños para convivir en familia.
“Aquí se viene la gente desde el viernes al domingo, aunque entre semana hay quienes van de pasada y aprovechan para comer y llevarse algo de postre”, expresó la señora Evangelina Preciado, quien también elabora entre 150 y 200 tortillas de harina conocidas como “sobaqueras” y de otras presentaciones.
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La directora de Turismo Municipal, Ana Luisa Salazar Medina mencionó que de junio del 2023 a la fecha se registra un repunte considerable en los visitantes, así como en la actividad económica.
Son alrededor de medio centenar de personas, incluidas sus familias, las que integran la cadena productiva, quienes además de vender a nivel local su mercancía, en ocasiones hacen pedidos a otros estados y más allá de las fronteras.
“Desde que somos Pueblo Mágico han subido las visitas y ventas, como en un 50%, lo que ha fortalecido la economía del municipio”, expresó.
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Otro de los productores es Jesús González, quien trabaja en la fonda Doña Marcela y es el encargado de elaborar el trapichi, que consiste en el extracto de caña que se sirve como bebida o para endulzar varios alimentos.
“Para el proceso usamos una prensa que tiene más de 100 años, que saca el jugo de la caña y se utiliza ya sea para tomar o para hacer la “panocha” (piloncillo) o otros postres dulces”, detalló.
Ures cuenta con alrededor de 8,500 habitantes según el censo del Inegi en 2020, pero en los últimos años se ha incrementado el número de familias que llegaron, como parte del impulso que ha tenido el lugar, comentaron residentes, cuya estadística se verá reflejada en próximos estudios demográficos.
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