Después de que los trabajos de demolición en un edificio histórico, ubicado en la colonia Centro fuera suspendidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se percataron que dicha obra seguía operando, por lo que trabajan en la elaboración de un dictamen para demostrar que el predio data del siglo XIX, indicó Omar Jara Domínguez.
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El arquitecto dictaminador del INAH declaró que esta es la primera afectación que tiene el edificio históricamente, pues con la apertura de la calle Rosales, en los años 50, muchos de los edificios que poseían un peso histórico fueron demolidos, incluso existe un decreto, donde el Gobierno declara como “de utilidad pública” esta misma calle.
“Recientemente, presentaron una solicitud para adecuar un estacionamiento en este edificio. A razón de esa solicitud, el instituto negó el proyecto para buscar qué área sí se podía usar como estacionamiento, ha habido proyectos en los cuales los edificios históricos o parte de lo que queda, pueden ser adaptada para estacionamientos, en una combinación entre locales comerciales y estacionamientos para los propios locales”, explicó.
Asimismo, mencionó que tras negarle este proyecto al propietario, éste comenzó a derribar el inmueble a inicios del año, obra que consistió en tumbar una sección del edificio como primera etapa de la obra, para posteriormente quedar suspendida por proceso administrativo.
“Los representantes del propietario, porque es una empresa moral, se presentan y se le da continuidad a todo el procedimiento, por un momento nosotros vimos que había voluntad de conservar el resto del edificio, por lo tanto se estaban buscando ya incluso cerrar un procedimiento que llevara una asesoría para la conservación del resto del inmueble”, detalló.
Tras percatarse de la presencia de un camión en el predio el pasado lunes 9 de marzo, se verificó y notaron que el edificio había perdido el resto de las habitaciones, conservando únicamente la fachada, por lo que el Instituto se encuentra atendiendo el proceso administrativo con el propietario.
“En todo procedimiento administrativo el Instituto está obligado a hacer un dictamen que va orientado precisamente a demostrar que el edificio era del siglo XIX, porque aquí es muy importante la temporalidad”, manifestó.
Expuso que la Ley Federal de Monumentos establece dos criterios generales para determinar lo que es un monumento, pues todo aquel edificio vinculado a la historia de la nación y el segundo, estipulado en el artículo 36, donde decreta que los edificios que fueron construidos en el siglo XVI y el siglo XIX, que hayan sido utilizados como templos y otros usos, lo convierte en un monumento histórico.
“El dictamen va orientado precisamente en esa parte, decir que este edificio era histórico con documentos y toda la información que se tiene aquí en el Instituto, sistemas constructivos, materiales y a la vez se establece lo que en términos constructivos pudiera significar una sanción, sin embargo, no se puede dar detalles sí así va ser la conclusión”, expresó.
Entre las sanciones que pudieran presentarse una vez que concluya este proceso administrativo, sería que tuviera que ser reconstruido, que no tenga uso de suelo como estacionamiento o simplemente no pueda darle ningún tipo de uso al edificio, la cual será determinada por un juez.
Jara Domínguez aseveró que es importante que la ciudadanía tome en cuenta antes de realizar alguna modificación en este tipo de inmuebles, debe llevar a cabo una solicitud, con una fotografía del edificio y una identificación oficial para conocer si la propiedad está regulada por la Ley Federal.