Uno de los problemas que afrontan las ciudades es el de desarrollar un sistema pluvial eficiente, que sea capaz de mitigar las afectaciones que se presentan durante las temporadas de lluvias, tales como inundaciones, hundimientos en pavimentación, entre otros daños materiales y pérdidas humanas que pudieran presentarse.
En Sonora, las inundaciones son un problema persistente en diversos municipios, especialmente en las ciudades más grandes, de manera particular en Nogales, aunque se generan principalmente en zonas por las que atraviesan los cauces de arroyos que fueron absorbidos por el crecimiento de la marcha urbana.
Sobre el caso de Nogales, el ingeniero Jesús Rafael García Aulcy, exdirector del Organismo Operador Municipal de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Oomapas) de la ciudad fronteriza, mencionó que desde hace décadas se ha buscado una solución al problema del flujo torrencial que se da en las principales vialidades durante la temporada de lluvias, las cuales se han cobrado cuantiosos daños materiales y vidas humanas a lo largo de los años.
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Recientemente, el gobernador Alfonso Durazo anunció la realización de obras de infraestructura pluvial para Nogales, que se financiarán por medio de un crédito de 550 millones de pesos para la construcción de una presa y el embovedado de la avenida Tecnológico y la avenida 5 de febrero, que atraviesan una parte importante de la ciudad y por las que transita el agua de lluvia con corrientes intensas.
El especialista comentó que es importante considerar que el problema del flujo torrencial en la avenida Tecnológico se debe a que la cuenca del arroyo es bastante amplia; sin embargo, en el inicio de la misma se encuentra una parte importante de la Invasión Colosio, considerada la más grande de México, con alrededor de 30 mil familias en un territorio que podría alcanzar las 400 hectáreas de territorio.
“Se ha cambiado el uso constructivo que tenía toda esa zona, porque estaba lleno de bellotas, mezquites, de árboles y ahora hay viviendas, pavimento y una serie de cosas más que han cambiado el flujo, hasta se invadió la cortina del represo Luis Donaldo Colosio… El arroyo que atraviesa se llama Las Chimeneas, aunque ahora lo conocen como el arroyo de la Tecnológico, lo ideal es que sea embovedado completamente, serían obras importantes porque se tendrían que cambiar instalaciones de drenaje, eléctricas, entre otras, pero es muy anhelado por los nogalenses”, señaló.
Consideró que el actual embovedado de la ciudad resulta insuficiente debido al desarrollo urbano que se ha mantenido a lo largo de los años, ya que la pavimentación de las calles cambia la disposición de las pendientes y el cauce original de los arroyos, lo que aumenta la velocidad con la que corren las aguas pluviales durante temporada de lluvias torrenciales, que se ha cobrado la vida de varias personas.
“Desgraciadamente se cobran vidas y lógicamente se lleva carros, hay desplomes de los cerros, inundaciones en casas y un sinfín de problemas, y otra cosa que se está viendo es que está afectando el cambio climático, tal vez se requieran más estudios para puntualizarlo en este caso, pero en varios años hemos visto menos nevadas y más extremosas las lluvias”, agregó García Aulcy.
El caso de Hermosillo
Mientras tanto, en Hermosillo, la situación es muy diferente debido al relieve y las dimensiones territoriales de la ciudad, por lo que las inundaciones en la zona urbana se presentan en condiciones particulares, precisamente cuando ocurren las lluvias monzónicas; no obstante, el problema para la capital sonorense al igual que en la ciudad fronteriza de Nogales, se resiente especialmente en los asentamientos irregulares.
Guadalupe Peñúñuri Soto, arquitecta y exdirectora general del Instituto Municipal de Planeación Urbana (Implan) de Hermosillo, señaló que este problema afecta mayormente a las invasiones, que a lo largo de los años se fueron instalando sin llevar a cabo una planificación previa para un proyecto de desarrollo urbano, por lo que es en estos puntos donde se concentran los principales riesgos.
“Sí existe un sistema de drenaje pluvial, pero a veces es insuficiente, sobre todo en el monzón de verano con lluvias muy puntuales que se presentan y se rebasa la capacidad, pero en general no es una ciudad con problema de inundaciones en la zona urbana, se presentan en muchas ocasiones en asentamientos irregulares que no tienen una planeación o proyecto”, explicó.
Sin embargo, mencionó que Hermosillo cuenta con Plan Estratégico de Drenaje Pluvial, el cual contempla la topografía y las principales pendientes de la entidad para desarrollar un sistema de drenaje eficiente, el cual tendrá que consultarse por la administración municipal o estatal en turno.
Alternativas verdes
“Desafortunadamente se invierte poco en esa materia, pero independiente de lo que es la infraestructura pluvial gris, que es muy necesaria, también a nivel mundial se están dando otras tendencias, que es hacerlo mediante infraestructura verde. No simplemente arborizar, porque si construyes un camellón con muchos árboles, pero el nivel de la tierra está por encima del nivel de la calle, pues muy poco te va a servir”, manifestó Peñúñuri.
De tal forma, en ciudades desarrolladas, principalmente de Estados Unidos y China, se han establecido sistemas pluviales “verdes”, haciendo uso de jardines de lluvia, que absorben el agua y ayudan a controlar los excesos de agua pluvial en las calles durante lluvias, por lo que se ha buscado adaptar estas alternativas, como presas filtrantes, microcuencas, pavimentos permeables, entre otras, que coadyuven a que el agua de lluvia se absorba en el lugar para un mayor control de las inundaciones.
“En Hermosillo somos peones a nivel nacional, hicimos el Manual de Lineamientos de Diseño para Infraestructura Verde en 2017, lo que nos ha convertido en un referente a nivel nacional en esa materia, asimismo, el Plan Estratégico de Drenaje Pluvial contempla un anillo verde alrededor de la ciudad que puede ayudar a controlar las avenidas que bajan con velocidad desde las partes altas de las zonas terribles y que ayuden a controlar el agua en el área urbana”, agregó
Al contrario de la infraestructura de concreto, este tipo de alternativas también ayudan a mitigar la presencia de carbono en el aire, disminución de polvos, refresca el ambiente y disminuyen islas de calor, por lo que se está optando por este modelo. Por eso mismo, destacó que para el caso de Nogales se requieren vasos reguladores, que estén dispuestos por obligación dentro de los desarrollos de infraestructura, por lo que se requiere destinar ciertas superficies que sean consideradas como equipamiento urbano con la función de contener el agua de lluvia.
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“En Hermosillo se toma en cuenta como equipamientos estos vasos reguladores que los desarrolladores van a destinar en sus áreas, pero en Nogales es importante reducir velocidades en escurrimientos pluviales mediante esos intentos que vayan reduciendo poco a poco, no esperar a ya tener un volumen exagerado de agua que difícilmente se va a controlar, sino ir cubriendo estos escurrimientos y tratar de infiltrarlos en lo posible”, puntualizó.
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