Habitantes de la colonia La Campiña, exigen la presencia de las autoridades para atender los actos ilícitos que se llevan a cabo por distintas personas que han invadido distintos predios, quienes representan una amenaza para su salud, así como para la seguridad de las familias.
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Por poco más de un mes, vecinos de la sección Girasoles reportan que diversas personas han invadido espacios, donde llevan a cabo actividades que han alarmado a los colonos de la zona.
"Realmente aquí, todos vivíamos tranquilamente, hasta que llegaron unos invasores primero por un lado, no supe que fue lo que pasó, el caso es que ahora tenemos otros invasores más cerquita, uno pierde la tranquilidad, al venirse a vivir para acá busca algo más tranquilo, está retirado del murmullo de la ciudad", explicó uno de los vecinos, quien decidió omitir su nombre.
En entrevista con El Sol de Hermosillo detalló que desde que estas personas llegaron, es común escuchar por las noches que martillan y taladran, construyendo sus viviendas.
Aunado a lo anterior, dijo que abrieron una alcantarilla con el fin de conectar el servicio de agua potable, rompiendo un tubo que provocó la baja presión de este servicio para la demarcación.
"Vino Agua de Hermosillo, los paró, volvió a tapar ahí y ya volvimos a tener agua normal. Vuelven a hacer lo mismo e igual, nos bajan la presión, se va el agua, viene Agua de Hermosillo y lo vuelven a taponear", señaló.
Entre los problemas más serios para la colonia, es la quema de maleza que se encuentra en los alrededores de estos terrenos, generando así que los hogares aledaños se cubran de cenizas.
"Ya no sabes a qué hora vas a lavar la ropa, no sabes si puedes dejar la ventana abierta, se te llena la casa de humo, es un problema. Para estar haciendo eso, ya sabes que no es gente buena y pierdes la tranquilidad", dijo.
El vecino agregó que es imposible tener un diálogo con estas personas, pues toman una actitud defensiva, por lo que han solicitado el apoyo de las autoridades competentes para atacar esta situación, sin embargo, la respuesta ha sido que no pueden hacer nada.
"Nos han dicho que lo único que podemos hacer es ir a sindicatura, ahorita está cerrado y tenemos que llevar el nombre del dueño del terreno, que es el que tendría que hacer la denuncia, no nosotros", detalló.
Los residentes solicitan que las personas sean reubicadas y que acudan al municipio para que les asignen un terreno de manera legal y apropiada, donde no afecten la tranquilidad de otras personas.
Por último, aseveró que llegó el rumor de que cada sábado se llevan a cabo reuniones con una persona que vende terrenos a 3 mil pesos de manera ilegal, por lo que solicitan la presencia de las autoridades, para, de ser verdad, retirarlo y llevarlo a la justicia.