Los jornaleros agrícolas que viajaban en el camión que fue impactado por el tren, esto en la comunidad de Vícam, donde murieron ocho personas y 31 lesionados, estaban en etapa de reclutamiento y sería su primer día de trabajo.
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En este accidente fallecieron dos menores de edad, Yoselin, de 16 años de edad, así como Adolfo, de 17 años, menores que viajaban a bordo de la unidad siniestrada con la esperanza de conseguir un empleo, aunque Sonora tiene a la etiqueta de entidad libre de trabajo infantil.
Horacio Valenzuela Ibarra, secretario del Trabajo en la entidad, explicó que en ocasiones los reclutadores con tal de llenar los camiones con jornaleros no averiguan si son menores de edad, pero éstos no son contratados, pues el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no los da de alta.
“Esa gente iba apenas a su primer día de trabajo, no estaban trabajando los menores en el campo, o sea esto fue suficientemente aclarado. Estoy enviando un comunicado a los organismos agrícolas del Norte de Sonora y del Sur, a la Asociación de Productores Hortícolas de los Valles del Yaqui y Mayo… para que circule entre sus asociados para que no contraten menores de edad”, expuso.
La Ley Federal del Trabajo prohíbe el trabajo infantil, pero lo estipula en los casos donde se contrate a menores de 15 años, con sanciones que van de uno a cinco años de prisión y multas de 50 a 5 mil salarios mínimos, mientras que en el caso de los dos jóvenes que perecieron en el siniestro eran mayores de esa edad.
“El Seguro Social no acepta a menores de edad, puede aceptar a menores de 15 y hasta la mayoría de edad, siempre y cuando tengan permiso de la Inspección Local del Trabajo, siempre y cuando no sean tareas peligrosas, insalubres, en horarios nocturnos o de fines de semana, porque el propósito es que los muchachos estudien”, apuntó.
La empresa a la que se dirigían los jornaleros accidentados, se ubica en la comunidad del Tetabiate, en la región de San Ignacio Río Muerto, manifestó el funcionario, la cual es empacadora de hortalizas y en este caso serían calabazas, misma que pertenece a una persona de apellido Navarro, aunque no reveló el nombre completo o el de la empresa.
