Las cosas se han complicado para jornaleros agrícolas que laboran en Estados Unidos ante la contingencia mundial por Covid-19, pues algunos campos han cerrado, lo que ha provocado desempleo, además del miedo a un contagio para quienes siguen laborando.
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El cierre de la frontera para quienes aún no se iban a trabajar y se encontraban en México visitando a sus familias, también ha sido otra de las afectaciones y que, ante el paro de labores en Sonora, se han visto en apuros económicos.
Estas son las realidades de dos jóvenes originarios de Hermosillo y Guaymas, Sonora, ambos con estudios universitarios, pero que han decidido laborar en esta actividad porque es mejor remunerada que sus carreras en el estado. Los entrevistados prefirieron que sus verdaderos nombres sean omitidos para evitar represalias.
Sí hay trabajo, pero muy poco
Mick es originario de Hermosillo y actualmente se encuentra en Salem, Oregon, donde ha visto cómo el desempleo ha aumentado por el paro de actividades que han hecho algunos campos agrícolas que lo que producen no son esenciales, como pinos, flores, incluyendo la mariguana, pues allá es legal, entre otros.
"Ahorita hay mucho desempleo, han parado muchos campos por obligación, no todos están trabajando y dónde estamos nosotros es por contratista, la mayoría es así, somos trabajadores externos y ellos son los encargados de la seguridad", expuso.
El joven detalló que donde labora había una cuadrilla de 100 personas, pero por las medidas de sana distancia solamente se quedaron 30, mientras que al resto los mandaron a resguardarse a sus casas, lo que afecta su economía familiar, pero también las remesas que se reciben en México.
Medidas de seguridad e higiene
Explicó que el contratista con el que labora actualmente, Arturo Rojo, es de los mejores que manejan la cuestión de la seguridad sanitaria contra el Covid-19, pues es minucioso con medidas preventivas.
"Te piden que estés a cierta distancia uno de otro, mínimo a 10 pies, tienes que traer cubreboca, guantes y lavarte las manos cada hora, si traes guantes de hule los tiras cada dos horas y los cambias, sin son de tela deben de estar limpios a diario o no te dejan entrar a trabajar; el contratista es el que se encarga de darte esos utensilios, igual antes de subirte a la combi, te desinfectan", apuntó.
El entrevistado consideró que es bueno que se tomen medidas minuciosas, pues en campos de otras ciudades de la unión americana ya se han presentado casos de personal agricultor que ha dado positivo al Covid-19.
¿Sienten miedo?
"Lógicamente que sí da miedo, aquí en Estados Unidos es creo que el país más grave con casos y muertes por Covid-19 y sigue en aumento, pero lamentablemente tenemos que seguir trabajando si queremos comer" enfatizó.
Esto se ha visto reflejado en estados donde ya no dejan salir a las personas, apuntó, como California, pero en Oregon aún se puede si se cumple con no ser más de tres personas en un auto, usar cubreboca, guantes, traer equipo sanitizante en el carro y gel antibacterial, además de declarar a las autoridades a dónde se dirigen, pues no pueden estar de paseo.
"Tu contratista te debe de dar una carta por si te para la policía para que sepan que vas a trabajar y se cumplen con los requisitos que se estipulan por emergencia, para ir a comprar comida igual y con todas las medidas, manifestó.
La prioridad son frutas, verduras y legumbres, pues son los únicos campos agrícolas que mantienen actividades y, aunque se ha reducido la cantidad de empleos, el sueldo continúa en 14 dólares la hora, como antes de la contingencia.
Cierran la frontera
Otra realidad de los jornales es que algunos quedaron varados en México al visitar su tierra, como el caso de Manuel, quien residía en Chicago, Illinois, pero al tener visa de turista y darse el cierre de la frontera, ya no logró regresar.
Al no tener previsto que la contingencia iniciaría ante una nueva enfermedad que paraliza a la humanidad, subrayó que no se esperaba quedarse tanto tiempo y ahora se encuentra mal económicamente.
"Lo que ha cambiado mucho es que habemos muchos que simplemente no nos pudimos ir, tengo otros conocidos en Sinaloa que tuvieron que agarrar algo aquí y no es la misma, no se gana igual", comentó.
Manuel reconoció que no puede hablar gran cosa de cómo se encuentra el panorama en el vecino del norte, pero lo que sí es que el resto de este año no pinta para que sea alentador una vez concluida la cuarentena, pues tiene deudas que pagar y familia a la que apoya.
"Los que están en Estados Unidos siguen trabajando, igual que aquí, como en la Costa de Hermosillo que no ha parado, los jornaleros siguen trabajando, el problema es que muchos no nos alcanzamos a irnos y este año será complicado porque aquí estamos", puntualizó.