Con una profunda vocación por servir a los demás, José Luis Madrid Chávez, propietario de la Cahuamanta Don José, ha puesto a disposición de la gente sus recursos, su tiempo y su corazón para alimentar al hambriento, ayudar al necesitado y alegrar los rostros de quienes lo rodean.
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Unos meses después de que la pandemia por Covid-19 llegara a Hermosillo, don José tomó la iniciativa de repartir comida en las vías del tren ubicadas en la salida Norte de la ciudad, uno de los puntos más frecuentados por migrantes y personas en situación de calle.
“Se hizo viral el año pasado, como en abril del 2020, fuimos a las vías del ferrocarril allá para la salida a Nogales, invité a un compadre para que me ayudara y se formaron como 70 personas que andan ahí sin casa y les empecé a servir yo, en eso mi compadre grabó con el teléfono como tres minutos y de repente ya llevaba como 15 mil reproducciones, luego 20 mil”, relató.
A partir de ese momento, la noticia sobre sus acciones se difundieron a través de diferentes medios de comunicación, lo que generó admiración y respeto por parte de la ciudadanía que no tardó en reconocer su espíritu caritativo y bondadoso.
Sin embargo, esta no era la primera vez que don José se atreve a ser un buen samaritano, pues durante años se ha dedicado, en conjunto con otros compañeros, a entregar despensas, comida o medicamento a personas que habitan en alguna de las invasiones de Hermosillo con recaudaciones que se logran en vendimias de barbacoa, ceviche o cahuamanta.
“Yo creo que por eso me nominaron, porque yo he puesto en Facebook que cualquier persona que tenga alguna emergencia, alguna enfermedad, o algo, yo puedo vender cahuamanta y lo que se gane yo se los dono. Todo eso va destinado a la gente que necesita la ayuda”, dijo.
Aunque el señor Madrid Chávez no se considera una persona acaudalada, asegura que con lo que ha generado tras mucho esfuerzo ha logrado hacer una pequeña diferencia desde hace al menos unos cuatro años, por lo que espera continuar hasta que tenga la posibilidad de crear un comedor para ayudar a las personas.
“Me da mucho gusto porque honestamente yo lo hago de corazón. La verdad que he batallado, la otra noche estaba llorando, el domingo pasado no podía abrir porque en mi negocio yo hago la preparación solo y sentía que no podía por todo el trabajo que tenía. Estaba exhausto, pero pensé que no me iba a rajar, le seguí y he visto como a la gente le da gusto y eso me motiva”, confesó.
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Sin importar de quien se trate, don José aprovecha el espacio y ofrece su ayuda a quienquiera que lo necesite, pues si bien es cierto que no tiene suficiente para darle a todo mundo, busca apoyar como sea posible, de manera que pueden comunicarse en su página de Facebook “Cahuamanta Don José”, o bien, llamar al (662)445-71-75.