Juan Pablo, continúa día a día su lucha contra el cáncer

El pequeño lleva un año de lucha contra la Leucemia Linfoblástica Aguda, un tratamiento que dura 30 meses, pero que con el apoyo de la familia y la comunidad, ha mostrado avances

Leonardo Rodríguez

  · jueves 14 de febrero de 2019

Foto: Cortesía

Disciplina, perseverar, tener fe y jamás rendirse, son la clave del éxito para salir adelante en grandes vicisitudes y el principal consejo que puede darnos Fernanda, quien desde hace poco más de un año lucha para que su bebé supere el cáncer con el que mantienen una constante batalla desde febrero de 2018.

La joven madre de familia relató que todo comenzó a finales de enero del año pasado, cuando el pequeño Juan Pablo presentó una severa infección en un oído, la cual terminó en una operación y la colocación de un dren tras varios días de antibióticos y cuadros febriles.

Sin embargo no fue así. A los pocos días la fiebre volvió, ahora era una infección severa en la garganta, lo que resultó sospechoso a sus médicos, por lo que el doctor ordenó una biometría hemática, para ver cómo estaba la sangre del pequeño, quien tenía poco más de dos años en ese momento.

De esta forma fue que el 6 de febrero de 2018 la vida de Fernanda y su familia cambió de forma drástica, pues tras los estudios correspondientes el doctor las citó a ella y a su madre para revelarles el diagnóstico.

“A las 9 de la noche nos citó el doctor, revisó a Juan Pablo y nos sacó a mi madre y a mí de la habitación, ahí fue que nos dijo que sí, que era positivo, que era una Leucemia Linfoblástica Aguda y que al día siguiente era necesario meterlo a quirófano para hacerle una punción de médula espinal”, contó.

Tras este procedimiento, se determinó que la producción de células cancerígenas en el pequeño Juan Pablo era sumamente elevada, contando casi el 2% de células sanas, mientras que el restante 98% de su producción celular correspondía a células cancerígenas.

A raíz de esto comenzó un proceso que hasta la fecha continúa, proceso en el que la familia de Fernanda, su madre principalmente, han iniciado una serie de actividades para poder continuar con los tratamientos, quimioterapias y estancias en hospitales, proceso que ha tenido sus frutos, pues a poco más de un año de su diagnóstico la mejoría ha sido notable.

Juan Pablo ahora cuenta con una producción de 91% de células viables y de continuar con esta mejoría en 18 meses terminará su tratamiento, para esperar revisiones periódicas por otros 24 meses y de esta forma comenzar a considerarse un superviviente de este padecimiento.

Falta camino

El camino aún es largo, resalta Fernanda, pero es cuestión de seguir adelante y con fe, pues asegura, la constancia y no desanimarse ha sido parte fundamental en este tratamiento tanto para Juan Pablo como para ella, por lo que es el consejo que da a otros padres que pasan por estos procesos.

“Más que nada las ganas, no hay que perder las ganas por ellos, porque es muy duro, te puedes cansar, claro que te cansas, a veces dices: no, ya no puedo, que tienes el mundo encima, pero Dios no te da nada que no puedas soportar. Le diría a los papás que tengan mucha fe y sigan los protocolos, si uno tiene los cuidados necesarios te das cuenta que vas bien, porque por poquito que sueltes la rienda por una pequeña infección todo se puede derrumbar”, dijo.

Otro aspecto que la joven madre destacó es la necesidad de poner atención a los síntomas que pueden presentar los niños pequeños en las etapas tempranas de la leucemia, como los son los sangrados nasales, la presencia de pequeñas manchas rojas, moretones, sudores nocturnos e inflamaciones, lo cual tuvo más en cuenta al momento de recibir el terrible diagnóstico.

“Después te das cuenta como papá que son focos a los que no les tomas importancia, sangrados nocturnos de los que ni siquiera te das cuenta, así empezó Juan Pablo, me empezó a hacer preguntas el doctor que tenían mucha congruencia, no traía sangrado en encías ni heces fecales, ni puntitos rojos, moretones sí traía, pero lo atribuía a que empezaba a caminar”, afirmó.

A pesar de las buenas expectativas, aún restan 18 meses de quimioterapias, punciones, estudios y análisis, pero todo vale la pena por ver sonreír a su hijo, un pequeño como todos los demás, inocente, dulce y con muchas ganas de vivir. Si usted desea ayudar a esta hermosa familia puede hacerlo, comunicándose al 66-21-99-02-05.