Andrea Osuna Gil tenía 37 años, era madre de familia y trabajaba como docente en el Cbtis-40 de la ciudad de Guaymas, Sonora. Apreciada por la comunidad, más de cien personas se movilizaron en las últimas semanas para exigir a las autoridades investigar su paradero, pues al igual que otras ocho mujeres que continúan desaparecidas desde los últimos dos meses en Sonora, salió de su casa para no regresar.
Lea también: Activan Protocolo Alba Sonora para hermanas Bianca y Aderly
Ausente desde el 18 de marzo pasado, los restos calcinados de Andrea fueron encontrados en el kilómetro 2+500 del libramiento Guaymas-Empalme el sábado pasado, siguiendo a las investigaciones realizadas por la Fiscalía General del Estado presionadas por familia y amigos de la docente para acelerar el proceso de búsqueda. Precisamente el día anterior había sido detenido Heriberto “N”, señalado por la hermana de la víctima como expareja y supuesto perpetrador de la muerte de Andrea, y a quien las autoridades dejaron libre inicialmente.
Mientras la FGJE realiza las pruebas de ADN correspondientes para confirmar la identidad de los restos encontrados en la carretera, la comunidad sonorense se ha unido para pedir justicia y acompañar a la familia Osuna en su pérdida.
A través de las redes diversos colectivos también se unen a las exigencias de justicia para Andrea y los otros casos de desapariciones y feminicidios en la entidad, mismos que continúan en aumento este año según las cifras oficiales, es decir, solamente en los que llegan a ser reportados.
Lo tenían, pero lo dejaron ir
La primera marcha realizada por la familia Osuna Gil para exigir a las autoridades acelerar las investigaciones de la desaparición de la mujer se realizó el martes 23 de marzo, cinco días después de que no regresará luego de salir a ver a su expareja Heriberto “N”.
Aun así, para el momento de las marchas los investigadores ya habían recibido la declaración del sospechoso, quien se presentó voluntariamente a declarar al día siguiente de que se reportara a Andrea como desaparecida. Después de esto él mismo desapareció ante la familia afectada y las autoridades.
Declaraciones de la hermana de Andrea señalan que Heriberto presentaba quemaduras y rasguños en la cara, y que al ser cuestionado se limitó a decir que se había caído de su moto. Las autoridades dieron fe de las heridas del hoy detenido, pero lo dejaron ir.
Heriberto “N” no fue detenido hasta el viernes 2 de noviembre, y al día siguiente fue revelado el paradero de Andrea Osuna.
A pesar de que a nivel nacional se presume que 16 de los 18 delitos de alto impacto clasificados han disminuido, el delito de feminicidio continúa a la alza. Al igual que la violencia familiar, los asesinatos de mujeres han aumentado en lo que va de este año, primeramente, y además en lo que va de la pandemia de Covid-19. Solamente en el 30% de los casos a nivel nacional se conoce la relación de la víctima con el perpetrador, con quien en muchas ocasiones es cercana.