La familia Balderama: una dinastía dedicada al arte y escultura

En el Día del Escultor te presentamos cuatro generaciones dedicadas a crear figuras que engalanan a todo nuestro Estado

Reyna Gámez

  · miércoles 6 de marzo de 2019

Foto: Reyna Gámez

Generación tras generación la familia Balderrama ha transmitido su creatividad y amor por el arte; todo empezó durante los primeros años de 1900, cuando Efrén Balderrama García, con su experiencia de ebanistería, llegó de Álamos a la ciudad de Empalme a trabajar en el ferrocarril.

Ahí formó su familia y su hijo, José Balderrama Luque, heredó su pasión por el diseño, el arte y la escultura, por lo que desde los 20 años se unió al ferrocarril moldeando carros.

Al ver su desempeño y resultados trabajando como escultor, en 1947, el entonces gobernador de Sonora, Ignacio Soto, le ofreció una beca para estudiar la carrera de Artes en la Ciudad de México, con la única condición de que una vez graduado regresara a su natal estado a enseñar lo aprendido en la gran ciudad.

Fue así como en 1952 José Balderrama fundó la Academia de Artes Plásticas de la Universidad de Sonora y se dedicó a dar clases en dicha institución.

Ante esto, su familia se mudó de Empalme a Hermosillo, donde su hijo José Balderrama Orduño, con tan sólo 10 años, se incorporó a la escultura desempeñándose como su eterno ayudante y estudiando la carrera de Artes Plásticas en la Unison, donde su padre era maestro.

Actualmente cuenta con 73 años y en 1990 fundó el negocio familiar Balderrama Escultores, donde junto a su hijo Marlon, a quien considera el mejor escultor de México, ha creado un sinfín de figuras ubicadas en varias partes del estado.

Con más de 50 años de trayectoria, Don Pepe, como le gusta que lo llamen, señala que ha realizado más de 500 obras, entre las que se encuentran la estatua del teniente Enrique Morales Alcántar, mejor conocido como "Moralitos" y que está ubicada frente a la escuela primaria Alberto Gutiérrez; así como la de Matías Cázares, fundador de la farmacia Cruz Rosa y que se encuentra en la calle Yáñez y Morelia.

Como empresa familiar destaca la obra del danzante yaqui, que mide 30 metros de altura y se observa desde kilómetros antes de llegar a Ciudad Obregón.

Así como las figuras de Madero, Hidalgo y el ángel que fueron colocados en la Plaza Bicentenario de Hermosillo.

Entre los trabajos que ha hecho, uno de los que más recuerda es un Benito Juárez que forjó en 1971 y que se encuentra instalado frente a la Plaza 5 de Mayo, en Navojoa, Sonora.

“Más que gustarme me trae recuerdos, porque yo era un joven que veía muy lejos el día que se me fuera a conceder una escultura… tenía 24 años y me casé ese año con el dinero que me pagaron por la escultura”, expresó.

Dentro de sus planes a corto plazo está construir una galería de beisbol dedicada a los grandes peloteros de Empalme, por lo que está por iniciar una pieza de "Ronnie" Camacho, considerado el máximo jugador nacido en la "Ciudad Jardín".

En el Día del Escultor, José Balderrama indica que con imaginación todo se puede lograr, porque se pueden mezclar un sinfín de elementos para diseñar, formar y crear. “No hay límites, la imaginación te lo da todo”, aseguró.