Debido a la pandemia por Covid-19, la tasa de desocupación de las mujeres a nivel América Latina llegó hasta el 12% durante el 2020, según datos de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), lo que ha incrementado la vulnerabilidad de este sector en la región.
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De acuerdo con el estudio de la Cepal, una buena parte de la salida de las mujeres de la fuerza laboral se debió a su rol como cuidadoras del hogar, quienes ante la situación extraordinaria, decidieron no retomar la búsqueda de un empleo.
Alma Loustaunau Pellat, titular de la Comisión de Mujeres Industriales de Canacintra Hermosillo, señaló que esta situación ha llevado a las mujeres a perder su empleo, pero a su vez tienen más actividades dentro del hogar debido a que generalmente se les delega el cuidado de los enfermos, los hijos así como de los adultos mayores.
“Yo creo que estas cosas se hablan en varios medios y es algo que se vive en los hogares. Otra de las consecuencias es que los trabajos de cuidados, principalmente, como sectores formales, de educación o salud, muchas de ellas son dados por mujeres, por lo que también se vieron impactadas al estar en primera fila ante esta contingencia sanitaria”, comentó.
Asimismo, esto ha involucrado un incremento en los casos de violencia familiar, pues las circunstancias de adversidad han exacerbado el bienestar y el rendimiento de las mujeres con este tipo de problemas en su hogar.
Por otro lado, comentó Loustaunau Pellat, los negocios de mujeres empresarias fueron impactados en gran manera por la pandemia debido a que eran menos en comparación con los que son propiedad de hombres, ya que la mayoría tuvo que realizar recortes o hacer ajustes, incluso trasladarlo a casa.
“Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, que hizo el IMCO (Instituto Mexicano para la Competitividad) el año pasado, establece que la pandemia ha impactado en forma desproporcionada a las mujeres sobre todo por tres factores: la mayor concentración de trabajadoras en sector de servicios, mayor carga de trabajo no remunerado y menor representación de mujeres en la toma decisiones”, dijo.
A esto agregó que el 77% de las mujeres trabajadoras tuvo que aumentar el número de tareas domésticas, considerando que el incremento fue mayor al 25% de las que ya venían realizando, por lo que es momento de reconocer que este tipo de tareas no son remuneradas.
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Incluso el 81% de los casos de mujeres que se quedaron sin empleo no ha vuelto a buscar trabajo debido a que ha tenido que seguir cuidando del hogar y de los enfermos, mientras que el 25% de mujeres se han cuestionado si dejar o no el empleo.
“Hoy en día yo creo que ha cambiado un poco porque no podemos seguir tan encerrados, pero todo lo que se vivió durante la pandemia, aunado a la lenta recuperación económica, será un proceso lento pero que se podrá sacar un aprendizaje de todo lo que se vivió para incidir positivamente en la situación de las mujeres, porque si se capitaliza todo este aprendizaje podremos hacer cambios en la sociedad, uniendo gobierno, sector privado y sociedad civil para revertir estas desigualdades”, finalizó.
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