Las calaveritas una tradición que vive

Sigue vigente la tradición de hacer "calaveritas" sobre todo a políticos famosos, ya sea locales o nacionales, como una forma chusca de ejemplificar su vida de manera divertida

  · jueves 1 de noviembre de 2018

I. PARTIDOS

En una noche fatal que asusta a cualquier mortal,

murciélagos y vampiros acompañan a la muerte;

hay corredero de gente

sea malosa o decente que entre quejas

y suspiros hoy se termina su suerte

Y sin más contemplaciones

con la guadaña zumbando

comienza a cortar cabezas

mandándolas al panteón,

inicia con perredistas, partido ya petateado,

fueron malas compañías

las que lo habían enfermado.

Luego sigue con panistas,

algunos morenizados,

pues el PAN no ha reaccionado

y se le van disfrazados.

Después se va por priistas con un PRI convulsionado,

ellos quieren levantarse y no los han convocado;

se mueren de inanición nomás por falta de acción.

Continuó con morenistas que no quieren entender que la muerte no es de encuestas

y los tendrá que matar por si tenían intenciones de poder mayoritear.

Al final mató a los miembros de partidos del montón que prendidos de una alianza,

sin tener alternativa, perdieron ya su esperanza con todo y prerrogativa.


II. PEÑA NIETO Y LÓPEZ OBRADOR

Un muertito bien peinado con la banda tricolor,

él solito se entregó al esqueleto traidor;

Ahí se la echan calaveras, les dijo muy socarrón,

a ver si les va mejor con el muerto de Obrador.


III. BELTRONES

En carroza de excelencia traen un muerto morenito,

buscaba la presidencia que se le fue por poquito;

la muerte lo embalsamó en un panteón tricolor,

faraónico fue el rito seguro vuelve al ratito.


IV. CLAUDIA PAVLOVICH

La catrina malandrina a Palacio fue a buscar a Claudia con decisión,

mas la güerita ya estaba con su equipo trabajando y progresando el panteón.

Mas la calaca molesta por no poderla matar viendo al Conito y al Rudy con ellos se desquitó,

cortándoles la existencia y ahí mismo los enterró.


V. CONGRESO DEL ESTAD

Del Congreso ni se diga pues la calaca buscó

y entre tanto diputado ninguno la convenció

y de fuerte guadañazo a todos los fue matando

pues ninguno trabajaba como debían... legislando.


VI. POTRILLO Y PATO

La pelona ya enfadada de tanta especulación

que si el Pato es secretario o el Potrillo a Educación.

La muerte los enterró y en la lápida les puso,

que murieron esperando sin darles la bendición.


VII. SONANTES

Alboroto panteonero iniciaron las calacas

en panteones del Estado, van por el hueso mayor

y aunque falta mucho tiempo ni el Santiago se ha cantado;

no quieren que otros muertitos les ganen con el mandado.

Por el Sur un yaqui güero ya el féretro abandonó

y otra joven calavera su mortaja sacudió

reclamándole la parca que la Fundación Beltrones ya sin chamba la dejó.

En el centro, por su lado un esqueleto muy alto

con pelo muy enchinado la tapa ya levantó y del cajón se salió.

Igual por la puerta izquierda del panteón ya se asomaron

dos calaveras morenas que también se adelantaron,

la buena para correr la otra para el rebase

y quieren llegar al hueso dicen, pase lo que pase.

Y por la puerta derecha la niebla del camposanto

no deja ver calaveras aventadas de a de veras,

ni ánimas ni animados dan señales de calambre

y menos resucitados que se miran muertos de hambre.


VIII. CÉLIDA LÓPEZ

La calaca sorprendida en Hermosillo encontró

un gobierno bicolor y sin ninguna piedad con todos ellos cargó.

Y Célida ya descansa en un cajón importado, de azul y color morado

que Maloro nunca usó.


IX. GILBERTO OTERO

Y a este muerto vacilón que escribe calaveritas

la flaca ya le peló la dentadura enterita.

Guardando la tradición ha intentado ya sin prisa

que la muerte nos arranque al menos una sonrisa.


Cortesía de Gilberto Otero, Notario Público, Noviembre de 2018