Uno de los problemas más recurrentes en el transporte público de Hermosillo es la logística, que hace que camiones vayan uno detrás de otro, y esto a su vez provoca que el próximo pase distante, lo que causa largos tiempos de espera, reveló un estudio al Sistema de Transporte Público de la capital sonorense.
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La agrupación Vigilantes del Transporte realizó una auditoría en la que evaluaron frecuencias de paso, condiciones de las unidades, Plan Operativo de Servicio (POS) y presentación de los choferes.
Alfonso López Villa, vocero de esta organización explicó que una de las quejas más recurrentes de los usuarios es precisamente este problema, por lo que se dieron a la tarea de recopilar información, para, con datos estadísticos, comprobar que se presta un servicio aún irregular.
La metodología utilizada fue la revisión en tiempo real de una vuelta de todas las líneas, para lo que el auditor se quedó el tiempo completo que duró el trayecto, con el fin de verificar la separación entre una unidad y otra; asimismo, se inspeccionó visualmente a las unidades y al operador, además de que se recolectaron comentarios de usuarios.
El resultado de la auditoría realizada en las 19 líneas y sus 31 rutas, fue que en 63 camiones tuvieron un tiempo, entre sí, de cero a cinco minutos, lo que significa que son unidades que iban "pegadas" unas a las otras, lo que provocó tiempos de espera posteriores a su pasada de 32, 35, 40, 44 y hasta 56 minutos, por citar los más largos.
La empresa concesionaria del transporte Movilidad Integral, por medio de su gerente Servando Guevara Guerrero, han indicado que los problemas en los tiempos de espera no son fallas de distribución, sino retrasos que se presentan debido al tráfico vehicular o bien la alta demanda del servicio, aunque hay autobuses suficientes.
"El problema no es de distribución, salen a la hora que deben de salir, salen a tiempo, el tráfico y conglomeración de usuarios hace que de repente la unidad que va enfrente se atrase; eso se soluciona en esa vuelta, si en una vuelta se juntan dos unidades, agarramos y soltamos a una para que se vaya y la otra vaya recogiendo al demás pasaje", indicó.
Al respecto López Villa consideró que los resultados de la auditoría son contundentes y aunque saben que se pueden presentar problemas en los recorridos de las unidades no es posible que se presenten en todas las rutas.
"Los camiones andan pegados y todas las vueltas se van pegados, entonces, estamos consientes de que puede haber obras, que puede haber accidentes viales; pero detectamos que eso no es cierto, por eso la razón de la auditoría, comprobar que ese tipo de pretextos no son suficientes para ver el desastre que traen en la logística", sentenció.
Por su parte, Carlos Morales Buelna, director del Transporte (DGT), aseguró que es un proceso de adaptación a la tecnología que durará entre tres y seis meses, aunque reconoció problemas de distribución, confió en que el centro de monitoreo dará resultados.
"Esperemos que dure de tres a seis meses para ajustarlo, que los choferes, operadores aprendan adecuadamente a intercomunicarse con el centro de monitoreo y nuestros funcionarios en el centro de monitoreo también se comuniquen adecuadamente", subrayó.
A su vez, López Villa puntualizó que el centro de monitoreo detecta cuando las unidades van pegadas y aunque los monitoristas dan las instrucciones para que se separen, pero en la también detectaron en la auditoría que los operadores no acatan las instrucciones que les dan para que solucionar el problema.