Una de las principales figuras de autoridad, respeto, pero sobre todo amor y pasión por su entrega a la niñez y juventud mexicana, es el maestro. Profesión a veces desgastada por habladurías, pero que es el pilar del futuro de la nación.
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En 1917 se declaró oficialmente en México el 15 de mayo como el Día del Maestro, por decisión del Congreso de la Unión, quienes votaron a favor de la propuesta del entonces Presidente de la República, Venustiano Carranza para instituir dicho reconocimiento a su labor.
En México existen por lo menos un millón 197 mil 778 docentes de educación básica, esto hasta el último trimestre del 2019, que esté 15 de mayo conmemoran el Día del Maestro con clases en línea y aislados por la contingencia por Covid-19.
Información de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), poco más de la mitad de la población docente, un 50.4% imparte enseñanza en primaria, el 25.9% lo hace en secundaria, mientras que el 23.7% en preescolar.
Los datos emitidos por el Inegi revelan que la mayoría de estos maestros se encuentran en edad productiva, pero estos empiezan desde edades jóvenes, pues hay registrados desde los 20 años de edad, hasta personas mayores de 60 años y más.
Alrededor de 89% de los docentes de educación básica en México, cuentan con algún contrato basificado, de plata o por tiempo indefinido, mientras que el 11% restante tiene problemas por no contar con este documento que les da derechos laborales.
La evolución del maestro se ha dado desde aquella figura a la que se le estaba permitido reprender y disciplinar al alumno, hasta el comprensivo que ve y se preocupa por la integridad de sus educandos; lo que es innegable es que todos tenemos algún profesor que se nos viene a la memoria y recordamos con cariño ¡Felicidades maestros en su día!