Del tamaño de un limón era la bolita que tenía debajo de su pezón izquierdo el doctor otorrinolaringólogo, Luis Arturo Arellano Romero, quien en hace cinco años padeció cáncer de mama.
Mientras tomaba un baño y se enjabonaba, sintió una bola debajo de su pezón por lo que no le pareció nada normal, aunque no sentía dolor, ni cambios de color, optó por atenderse y lamentablemente le diagnosticaron un quiste maligno.
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“Voy con un cirujano oncólogo y me manda a hacer un ultra sonido y después el médico radiólogo me hace la descripción de lo que encuentra, dice que es una lesión quística, significa que el tumor contiene líquido en su interior y se tiene que extirparlo y lo mandaron a analizar y a los días me dijeron que era una lesión maligna; todo me imaginé menos esto, pues el siguiente paso fue la cirugía radical que es llevarse toda la mama”, explicó.
A Luis Arturo le tuvieron que expropiar toda la mama izquierda, como también el pezón y grasa en el lugar, pues cinco años después de haber sido librado del cáncer, tiene su piel pegada a la costilla y la única secuela es que siente cierta sensibilidad en su axila.
“No nada más fue la cirugía de la mama, sino quitar los ganglios que estaban en la axila derecho, porque es el primer sitio donde el tumor maligno puede hacer una metástasis. Fue un hallazgo casual, no me estaba haciendo una exploración manual, no sentía ni dolor, ni el pezón cambió de color, ninguna anomalía, todo estaba normal”, agregó.
Gracias a su detección oportuna del cáncer de mama, no ocupó quimioterapias o radioterapias, únicamente contó con un tratamiento bloqueador de estrógenos para así detenerlos.
“No ocupé quimios porque dependió de la fase en la que estaba este cáncer, no hay como encontrarlo, si me hubieran encontrado un ganglio positivo lomas problema es que reciba radio o quimio o ambas pero por la fase y en el estudio histoquímica”, precisó.
Su proceso de curación duró aproximadamente 20 días, por lo que a la semana de su cirugía se fue a un partido de béisbol en Nueva York, como también volvió a trabajar y tener su vida normal sin importar nada.
“El doctor en la cirugía me dejó una sonda conectada a una bomba de vacío, como una pequeña pera muy práctica recolectora de la sangre que se podía producir en la zona operada; en poco tiempo pude hacer mis actividades normales y me fui a la vagancia y disfrutar un buen partido de béisbol”, relató.
El apoyo de su familia ha estado siempre presente, pues aunque se extrañaron por haber tenido cáncer de mama, sus dos hijos y su esposa, como sus padres y amigos siempre lo alentaron a salir adelante.
“Yo vivo feliz de la vida, no vivo con miedo, estoy consciente que puedo tener otro tipo de cáncer, hay que verlo muy optimistamente y vivir la vida felizmente y disfrutarla”, dijo.
Se dice que por estadística el 1% lo va a padecer el hombre a nivel nacional, indicó, ya que se tiene la idea que únicamente pasa en las mujeres, incluso se está presentado desde los 25 y 75 años en el rango de los últimos de años en Sonora.
“En el hombre no hay la tendencia de auto explorarse o realizarse una mastografía, yo recomiendo que se hagan una exploración digital desde que lo tuve, y es que en el hombre no es común que se detecte este cáncer por eso me interesa que esto se difunda”, mencionó.
Considera que para salir adelante se tiene que mantener la persona con una mente positiva y saber que cualquier tipo de cáncer detectado a tiempo se puede vencer, pero sobre todo hacerse la exploración mamaría.
“Tenemos que ser muy positivos, estar abiertos a la opinión médica, primero debemos intentar todo lo que tenga una base científica porque es lo que está más estudiado”, puntualizó.
Hoy, el doctor Luis Arturo se encuentra fuera de peligro, pues el 09 de Mayo del presente año se le suspendió el medicamento bloqueador de los estrógenos, ya que se le declaró libre del problema.