Con el objetivo de conocer las historias que están detrás de las mujeres de éxito en nuestra localidad, el día de ayer se llevó a cabo el foro “Las Mujeres del Sol”, el cual fue organizado por esta casa editorial.
En el evento participaron varias féminas que son destacadas en el ámbito en el que se desempeñan, siendo la primer participante la presidenta municipal de Hermosillo, Celida López Cárdenas.
En su intervención, la alcaldesa comentó que es madre de cuatro hijos y que ese es el logro más trascendente de su vida, pues siempre soñó con tener una familia grande.
“Nos dicen que es imposible y creo que todavía tenemos mucho que resolver en este tema, porque seguimos siendo señaladas y juzgadas e incluso muchas veces por las mismas mujeres, de por qué seguimos teniendo hijos si no tenemos tiempo para atenderlos”, expresó.
La segunda en participar fue la diputada local y presidenta de MC Sonora, María Dolores del Río, quien mencionó que en su vida ha tenido muchas lecciones, siendo la primera de ellas la de su abuelo: “Haz con tu vida lo que tú quieras”.
La siguiente lección se la dio su madre, quien le aconsejó que no dejara que nadie la lastime, mientras que la tercera lección fue reaccionar ante el fracaso o a la frustración.
“Los fracasos y las derrotas también nos hacen crecer, es más, estoy convencida que de las derrotas y los fracasos es donde crecemos más, donde podemos dar pasos completamente distintos a los que llevábamos”, manifestó.
Por su parte, la investigadora y ex rectora del Colson, Gabriela Grijalva Monteverde, comentó que de sus 59 años de edad, 55 los ha pasado estudiando, indicando que algo muy importante para lograr el éxito es saber desde un inicio qué es lo que se querrá hacer en el futuro.
“La figura femenina prácticamente era inexistente en las áreas de la Física y Matemáticas, siguen siendo prácticamente inexistentes, yo tuve la fortuna de que mi referente científico desde la niñez era una mujer, Marie Curie fue digamos mi referente”, aseveró.
La chef y comunicadora, Carmen Palacios contó a los asistentes que la cocina le ha permitido conocer muchas historias y personas increíbles, además que le ha abierto muchas puertas tanto en medios de comunicación como en el ámbito de la asistencia social.
Agregó que hace no mucho una enfermedad llegó a su vida, la cual pudo afrontar de buena forma, pero que eso la impulsó a apoyar a personas que requieren terapias.
“Para mí fue una gran lección de trabajar con los equinos, trabajar con la gente y empezamos a aferrarnos de cómo voy a ayudar si no tengo una preparación, entonces empecé a estudiar sobre el comportamiento humano, empezamos a recibir personas y te das cuenta de que hay muchos niños que tienen Asperger, Autismo, las cuales necesitan apoyo”, externó.
La ingeniera minera metalúrgica, Mariel Márquez Gutiérrez, contó que su madre sacó adelante a ella y a sus hermanos en momentos difíciles, pues se trataba de una familia de escasos recursos en donde el padre se encontraba muy enfermo.
Señaló que a los 17 años quedó embarazada, pero que eso no fue impedimento para estudiar, guiar a su hoy hija de 14 años y obtener un buen puesto dentro de la Minera Penmont.
“Era un tabú que una mujer estuviera en la minería porque dicen que se escondía el mineral cuando llegaba una mujer, sí me tocó algunos comentarios machistas y sexistas, de que un mujer no podría y eso no me detuvo para nada”, aseveró.
Por último, la joven licenciada en Mercadotecnia y Comunicación, Andrea Leos García, contó que se atrevió a salir de Hermosillo para estudiar en Holanda, además de trabajar en la Ciudad de México, donde despertó su interés por las redes sociales.
Explicó que ella utiliza las plataformas, especialmente Instagram, para compartir historias positivas que influencien e inspiren de alguna manera a la sociedad.
“Me di cuenta que habían muchas personas que se entretenían o que me contestaban o que incluso se sentían inspiradas con lo que yo compartía y ahí fue cuando entendí que por mi manera de ser podría aportar algo positivo en la sociedad, más amor y más alegría”, finalizó.