Debido a que el Centro Galilea no está preparado para atender a personas con adicciones, estos casos son canalizados con un médico para que sea tratado, sin embargo, el 99% de las personas en situación de calle que son atendidas, tienen un problema de adicción.
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Alejandra Millán López, presidenta del patronato de la instancia, dio a conocer que han tenido personas con estos problemas, además de que algunos llegan con trastornos mentales, pero el centro no está apto para dar este tipo de atenciones.
“Cuando nos llegan es algo que no podemos percatarnos inmediatamente hasta que ya empezamos el proceso y el médico nos dan un diagnóstico y si son personas que no son agresivas y cumplen un perfil para que los podamos atender, los dejamos”, dijo.
En caso de que la persona no cumpla con estos requisitos, tratan de que un hospital psiquiátrico se encargue de ellos, pues actualmente tienen capacidad para recibir a 60 personas, siempre y cuando sea de manera voluntaria, y si tienen alguna adicción, que deseen tratarse.
Cabe señalar que, la mayoría de los ingresos son a través de la línea de emergencias 911, los cuales son canalizados a través de DIF Municipal y ellos acercan a las personas al centro, pasando por todos los filtros de salud.
“Ya les hicieron pruebas de Covid-19, pruebas de hepatitis y ya con nosotros llega bien filtrado que no va a llegar a provocar algún riesgo para el resto de los residentes del centro”, apuntó.
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Millán López señaló que cualquier persona en condición de calle que desee ingresar debe acercarse a las instancias correspondientes para realizar los exámenes adecuados para tener su ingreso al Centro Galilea, ubicado en la colonia Palo Verde.
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