Tianguis del Héctor Espino, una tradición familiar de los sonorenses 

La profundidad de los pasillos parece nunca acabar, durante el recorrido se experimentan distintos olores como la tortilla sobaquera recién hecha y el café

Nancy Álvarez | El Sol de Hermosillo

  · domingo 8 de agosto de 2021

Los fines de semana se pueden apreciar a las familias hermosillenses en este tradicional tianguis / Foto: Nancy Álvarez | El Sol de Hermosillo

Bajo un techo laminado que abarca una cuadra completa de la colonia El Choyal en Hermosillo, se encuentra el famoso Tianguis del Héctor Espino, un mercado o feria del trueque de compra y venta donde distribuyen distintos productos desde comida, ropa, electrodomésticos, decoración de hogar, celulares, artículos de cocina, discos de vinyl, entre otros.

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La profundidad de los pasillos parece nunca acabar, durante el recorrido se experimentan distintos olores como la tortilla sobaquera recién hecha, el café, la carne con chile, muebles viejos, camisetas nuevas, ropa guardada, perfumes y hasta el característico olor a tierra mojada después de regar por fuera de cada establecimiento.

El tiempo pasa de manera veloz que no logras determinar los metros que se han avanzado y la cantidad de negocios que se visitaron, a los alrededores se escuchan las voces de los vendedores invitándote a conocer su producto, algunos nuevos, otros de segunda pero que parecen tener otra oportunidad en tu hogar.

Los fines de semana se pueden apreciar a las familias hermosillenses en este tradicional tianguis / Foto: Nancy Álvarez | El Sol de Hermosillo

Justo en la parte media del tianguis se encuentra un puesto de discos de todos los años, de todas las épocas, en las bocinas retruena la canción ‘Qué pasará mañana’ del cantante español José Luis Perales, en unas cajas de cartón también se observan discos de vinyl y CD con cantantes mexicanos, estadounidenses y de todo el mundo.

De los techos cuelgan algunos vestidos, blusas, pantalones, camisetas, en el piso están las bicicletas, herramientas de trabajo, mesas, sillones o cajas artículos mixtos con precios de remate, la música varía de acuerdo al establecimiento, cumbias, baladas, reguetón y hasta rock se escuchan en el lugar.

Los fines de semana se pueden apreciar a las familias hermosillenses en este tradicional tianguis / Foto: Nancy Álvarez | El Sol de Hermosillo

A un costado del tianguis por la calle José Carmelo se encuentra el negocio de Carlos, el Taller de Celulares Villalobos, donde se reparan teléfonos, venden accesorios y protectores para el móvil, el cual abrió sus puertas en el 2015 y que continúa trabajando e innovando para subsistir en el mercado.

Carlos se dedica a la venta de celulares y planes desde hace 15 años, de inicio tenía su puesto en VH Plaza Grande donde empezaba a reclutar sus primeros clientes, al ver su crecimiento decidió capacitarse en Guadalajara para la reparación de los mismos e incluir nuevos servicios.

Hace 6 años llegó al Tianguis del Héctor Espino, entre él y su esposa se encargan de la distribución y reparación de celulares, a pesar de las difíciles situaciones que se enfrentaron lograron salir adelante y reubicar el negocio para seguir ofreciendo sus productos.

Los fines de semana se pueden apreciar a las familias hermosillenses en este tradicional tianguis / Foto: Nancy Álvarez | El Sol de Hermosillo

“Al principio coloqué una mano de plásticos y muchos me empezaron a conocer por la mano, al principio les asustaba pero por ahí escuchaba que la gente decía ‘vamos con el señor de la mano’, no fue algo que hice con intención, un día mi mamá llegó y me dijo ponla ahí nomás y fueron muchos años que la dejé aquí”, señaló.

El tianguis del Héctor Espino es uno de los lugares más visitados por los sonorenses, pues encuentras distintos artículos para el hogar, ropa para vestir y herramientas útiles para reparación, pese la situación del Covid-19 la gente hace sus recorridos en familia para disfrutar de un delicioso plato de comida o comprar lo indispensable y cómodo para su casa.

Carlos como los cientos de comerciantes del tianguis diariamente esperan la visita de los clientes para vender sus productos y generar ingresos para llevar el pan de cada día a su familia, sin importar las inclemencias del calor trabajan bajo las altas temperaturas con un techo laminado sobre sus cabezas.