La extranjera Natalia Serna, de 33 años, adquirió un hogar en la zona céntrica de Hermosillo para brindarles un espacio a las familias migrantes, provenientes de Centroamérica, o cualquier lugar del mundo.
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Desde hace seis años llegó a México interesada en conocer aún más sobre el fenómeno migratorio del país, en dicha fecha viajó con migrantes centroamericanos, y finalmente en el 2013 llegó a Nogales, Sonora para trabajar con personas deportadas de Estados Unidos.
“Después de trabajar en el proyecto con las personas deportadas, di una gira en Estados Unidos como cantante hablando del fenómeno migratorio y después me fui con amigos a Guatemala que fueron deportados, y luego llegué a Hermosillo con la idea de seguir trabajando con el tema de refugiados”, contó a El Sol de Hermosillo.
Cuando llegó a Hermosillo, Natalia acompañaba a las personas que estaban detenidas en la estación migratoria, pero su primera estadía en la ciudad fue para grabar su disco Corazón Norte, como parte de su carrera de cantante.
“En el 2018 quise llegar a quedarme y con el apoyo de mi familia compramos esta casa; es una casa que está ubicada en el centro histórico. El cerro de la campana es todavía un barrio y me gusta que está en el corazón de la ciudad”, expresó.
Asimismo, Natalia recibirá en su casa a dos familias que se encuentren en proceso de refugio para llegar a los Estados Unidos, por lo tanto viven tres jóvenes provenientes de Honduras y El Salvador.
“Considerando que las mamás y los niños son los que más pesan porque cuando son detenidos pasan uno o dos meses detenidos en migración, entonces son personas que no conocen a nadie, ni saben dónde están”, comentó.
Fue en octubre del año pasado cuando Natalia recibió a la primera familia originaria de Centroamérica, pues recordó que llegaron angustiados por no conocer la ciudad, sin embargo Natalia les ofreció el espacio.
“Sé que aquí estaban seguros, ahorita están en Hermosillo establecidos en otro lugar, ya trabajando y las niñas entraron a la escuela, se quedaron poco más de dos meses, incluso el plan de la casa es que estén máximo cuatro meses, es el tiempo que creo que pueden conseguir amigos, trabajo”, agregó.
La originaria de Estados Unidos, con sangre mexicana y colombiana, considera que en un futuro cercano podrá tener alianza con alguna asociación civil, aunque por el momento cuenta con el acompañamiento del Instituto Nacional de Migración, la cual tiene conjunto con la Asociación de Abogados en Chihuahua.
“En un inicio de la casa ha sido difícil porque no estamos constituidos como una asociación civil, entonces cuando llegó la primera familia puse de mi bolsillo para abastecer de comida mientras consiguieran trabajo. Y es que la asociación de abogados tienen la infraestructura, yo tengo la visión de ser una mamá de una casa grande”, precisó.
A su vez, la casa no será especialmente para personas refugiadas, sino también los servicios con los que contará podrán ser utilizados por toda la comunidad, pues también desea instalar una biblioteca infantil.
“Mi intención es que la primer planta funja como un lugar de servicios para toda la comunidad, que no sea un lugar aislado. Otra de las ideas que aún no se ha consolidado, es tener una biblioteca infantil, que tenga espacios para pintar, gatos, flores, pescados”, finalizó.
Quien desee colaborar con Natalia puede contactarla mediante su Facebook Nata Serna, o visitar la casa ubicada en la avenida Chihuahua Número 11, en la colonia Centro.