Eusebio Francisco Kino, misionero jesuita de la Pimería Alta, que se ubicó en el Norte de Sonora y Sur de Arizona, y conocido también como “El Padre Kino”, recibió un reconocimiento a su labor como evangelizador en la historia de esta región a través de tres esculturas o monumentos.
Estas obras fueron realizadas por el artista mexicano Ignacio Asúnsolo en tiempos del gobernador Luis Encinas Johnson (1956-1961), “quien era un hombre muy culto y promovió la búsqueda de los restos del misionero”, señaló el cronista de Hermosillo.
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Ignacio Lagarda Lagarda, en entrevista exclusiva para El Sol de Hermosillo, indicó que en este periodo se erigieron muchas de las estatuas o monumentos que prevalecen en la ciudad.
Sobre Eusebio Francisco Kino se hicieron tres monumentos iguales, uno está en Hermosillo, otro en Magdalena de Kino y uno más, que fue donado a la ciudad de Tucson.
Fue con la Universidad de Arizona con la que se hizo un convenio para buscar los restos del misionero jesuita. “Fue todo un espectáculo histórico trascendental”, refirió el cronista, que inició así la kinomanía.
Escultura de Kino en Hermosillo
En el caso de Hermosillo, el monumento a Eusebio Francisco Kino se instaló en la salida Norte, rumbo a Nogales, en Periférico Norte y el bulevar que lleva el nombre del jesuita. Frente a la gasolinera El Faro.
Lagarda detalló que esta escultura representa el viaje que hizo Kino hacia el Norte. Recordó que no tuvo nada que ver con Hermosillo ni con el Pitic; sólo pasó por El Pitiquín (donde ahora es la presa Abelardo L. Rodríguez) en 1704.
En ese tiempo iba a Guayma, a saludar a su amigo, el también padre Piccolo.
Kino en Magdalena
La segunda escultura de Kino está en Magdalena; originalmente estuvo en la plaza; pero, al ampliarse la carretera a cuatro carriles, hicieron una desviación y la pusieron junto a la caseta de peaje.
Kino, el fundador de las misiones de la Pimería Alta, pasa desapercibido porque está rodeado de tráilers y de vendedores de quesadillas y de comida para los viajeros que usan esta rúa.
El cronista de Hermosillo apuntó que está a la salida norte, pero no está viendo hacia el Norte.
Kino siguió cabalgando en Hermosillo
Después de permanecer algunos años en el bulevar Kino y Periférico; el misionero jesuita fue reubicado cuando se hicieron remodelaciones a este punto y comenzó la ampliación de la carretera Internacional.
Como salida oficial de la ciudad se tomó el punto donde se encuentra el Tecnológico de Monterrey y ahí fue colocado el monumento esculpido por Asúnsolo.
En este lugar “la maltrataban mucho”, dijo el cronista, “chocaban contra él los muchachos que salían del Tecnológico, y nadie lo veía porque vas con mucha velocidad” o vienes cansado.
Tercera parada
El tercer destino de Eusebio Francisco Kino, a quien se le conoce como “El Padre a Caballo”, hasta la fecha, ha sido el atrio de Catedral, en el Centro Histórico.
Al respecto, Ignacio Lagarda Lagarda señaló que, cuando fue presidente municipal Ernesto Gándara, se removió la escultura sin preguntarle a ningún historiador, o consultar, dónde debía estar Kino.
En esta administración municipal (2006-2009), “alguien decidió que, como era sacerdote”, había que ponerlo ahí.
Destacó: “Pero religiosamente no tuvo nada que ver con la diócesis ni con el clero secular, que es el que conocemos ahora, porque era jesuita, del clero regular”.
Kino pertenecía a la orden de los jesuitas, quienes no estaban bajo la autoridad del obispo ni los sacerdotes de la religión católica.
El entrevistado dijo también que “ahora, en la Plaza Zaragoza, donde está” es donde menos lo ven”.
Agregó que debería estar en un lugar más visto, como el punto donde se reúnen los tres bulevares: Kino, Morelos y Rodríguez, donde hay una fuente.
Eusebio Francisco Kino, dijo, es un personaje de gran escala que tuvo que ver con la fundación de las misiones del Norte de Sonora.
“Kino es el famoso, el rock star, aunque hubo otros en la sierra y en el Sur que hicieron grandes proezas”.
El cronista municipal de Hermosillo, señaló que es una incongruencia histórica que esté donde está, por no haberlo consultado.
Otros recordatorios de su labor
En Sonora hay otros homenajes rendidos a la memoria del misionero jesuita; uno de ellos es el nombre a la bahía de Hermosillo.
Otro es el mausoleo donde están sus restos en Magdalena, ahora de Kino, donde fueron encontrados por antropólogos e historiadores de México y de Estados Unidos el 18 de marzo de 1966.
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Eusebio Francisco Kino murió el 15 de marzo de 1711 en la capilla de una de las misiones que fundó; sus restos están donde expiró, muy lejos de Segno, Italia, donde nació el 10 de agosto de 1645.
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