Con tan sólo 14 años de edad, Jorge Martínez Figueroa comenzó en el mundo del emprendimiento, al prepararse para abrir tiempo después su propia barbería en el ejido El Tazajal.
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El comienzo no fue muy sencillo, pues “Palomo”, como es conocido por sus amigos, se encontraba cursando el tercer año de secundaria, y para pagar un curso de corte de cabello, trabajaba medio tiempo en los quehaceres de un hogar.
“Inicié a los 14 años cuando iba en la secundaria, comencé con unos cursos en Hermosillo, salía de la secundaria, trabajaba medio turno y de ahí me iba para el estudio de la barbería”, relató.
El ahora joven de 18 años pasó durante cinco meses completos prácticamente afuera de su casa, pues desde temprano se trasladaba de El Tazajal a la colonia San Luis para estudiar la secundaria, posteriormente a la colonia Pitic a trabajar, después al Centro a tomar el curso y hasta el anochecer regresaba.
Sin embargo, el esfuerzo no fue en vano, pues rápidamente comenzó a trabajar como barbero en un negocio de El Tazajal, y luego de un año abrió su propio espacio: “Palomo Barber Shop”.
“Al principio fue muy pesado, porque es muy diferente el estilo de allá que de aquí, al principio batallé, pero con el morro con el que comencé a trabajar él me enseñó un poco más, él fue quien me fue encarrilando mejor”, señaló.
Palomo contó que en el momento de buscar un local nadie le quiso rentar, pues no confiaban que un adolescente pudiera pagar las mensualidades, por lo que tuvo que habilitar su cuarto para poder montar la barbería.
Luego de un tiempo de realizar cortes, no sólo obtuvo ganancias para adquirir más herramientas de trabajo, sino también para terminar un cuarto contiguo que solamente tenía las paredes, expandiendo así el local.
“Le comencé a meter, este cuarto estaba empezado, nomás tenía las puras paredes y yo le metí el techo, lo enjarré, le metí el piso y ya, con las mismas ganancias de la barbería”, aseguró.
Servicios que ofrece
Entre los servicios que Palomo ofrece se encuentra el corte clásico y el moderno, según lo que el cliente pida, mismo que tiene un precio de 100 pesos.
También realiza delineado de barba y tinte, exfoliación con mascarilla, así como diseños en el corte de cabello, todo eso a tan sólo 150 pesos.
En la misma barbería Palomo cuenta con una boutique, donde tiene a la venta diferentes artículos para caballero como pantalones, camisetas polo o sin cuello, shorts, carteras, relojes, lociones, entre otros.
Algo curioso del local, es que cuenta con una pared pintada de negro, la cual los clientes utilizan para escribir con gises ya sea una frase o su mismo nombre, sirviendo como válvula de escape para el desestrés.
“Los clientes cuando llegaban, yo tenía una cajita de gises, si ellos querían poner algo lo hacían, ponían su nombre o una frase. Aparte la gente a veces como que no viene de buen humor y como todo el tiempo estoy moviendo la silla para checar cómo va el corte, se ponen a leerlos y les causa gracia”, manifestó.
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Actualmente Jorge cursa el sexto semestre de preparatoria y planea estudiar la carrera de Arquitectura, misma que pagará con las ganancias que tenga de la barbería, tal y como lo ha hecho desde tercero de secundaria.
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