El Plan Hídrico Sonora (PHS) 2023-2053 es un buen principio para ver las soluciones que se pueden dar de fondo para el problema del agua en Sonora, pero no será suficiente para enfrentar la crisis de agua que vivirá Sonora, en particular Hermosillo, en el 2024 si no se actúa aceleradamente en temas como la rehabilitación en la red de distribución o el aprovechamiento de las aguas residuales, así como cambios sustanciales en la respectiva ley, coinciden especialistas.
El Sol de Hermosillo charló con un par de expertos que participaron en la elaboración del plan que estima el desarrollo de 90 obras con un inversión estimada de más de 47 mil 320 millones de pesos a realizarse en los próximos 30 años.
El gobernador Alfonso Durazo dio a conocer el pasado 22 de noviembre la ruta que deberá seguir el Estado para garantizar agua para los próximos 30 años, misma que implica desarrollar infraestructura que permita contar con un equilibrio entre la disponibilidad y el gasto hídrico.
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El mandatario aseveró que el Gobierno de Sonora ha emprendido una gestión integral en materia hídrica, con el apoyo del Gobierno de México, cuya inversión en el lapso 2021-2024 para 24 obras estratégicas, asciende a un monto histórico de 14 mil 900.16 millones de pesos.
Durazo Montaño destacó que la visión de largo plazo con una planeación adecuada, es parte medular en el planteamiento e implementación del citado Plan Hídrico Sonora, por ello se plantea una ruta de 66 proyectos estratégicos en materia de agua en los que se estima deberá invertirse 32 mil 420.52 millones de pesos, en el periodo de tres décadas.
El PHS incluye obras en infraestructura hidráulica, proyectos de acueductos, proyectos de agua potable, proyectos de saneamiento y drenaje, proyectos de hidroagrícola, proyectos para la frontera Norte, proyectos de fortalecimiento de los organismos operadores y proyectos de desalinización, distribuidos en toda la entidad, con énfasis en aquellos relacionados con los planes de justicia para diversos pueblos originarios, y representarán una inversión global de 47 mil 320.68 millones de pesos en 30 años.
Poco para Hermosillo
En particular para Hermosillo se contemplan varias obras, de las cuales sólo el reforzamiento de la infraestructura y mantenimiento del Acueducto Independencia, con una inversión de 216 mdp está contemplado en el listado de obras hidráulicas 2021-2024 de la actual administración estatal.
El resto de los proyectos de beneficio para la capital del estado forman parte del paquete de 66 obras a largo plazo. Entre ellas, ya se ha hablado de la necesidad de construir tres presas río arriba en la cuenca del Río Sonora para ayudar a mejorar el abastecimiento del agua de Hermosillo.
Se plantea el cambio de uso de la presa Sinoquipe, que actualmente es para control de avenidas para convertirla en una de almacenamiento, para lo cual hace falta una inversión de mil 274 mdp.
Se proyecta la construcción de la presa Las Chivas, sobre el Río San Miguel, con una inversión de mil 520 millones de pesos y la modificación del vertedor y de la cortina de la presa El Molinito, para que se convierta en presa de almacenamiento, con una inversión de 87 mdp.
Entre los proyectos de acueductos, para la capital se proyecta la construcción de un sistema integral de líneas perimetrales en diferentes direcciones y con los diámetros adecuados (Acuaférico), que permitan llevar los flujos de agua necesarios a cada uno de los puntos de la ciudad, con una inversión estimada de 2 mil millones de pesos.
Asimismo se plantea construir un acueducto desde la presa Las Chivas hasta la Planta Potabilizadora Norte, (en proceso) cuyo trazo sería por derechos de vía en una longitud de 65 Km, con una inversión estimada de mil 500 mdp
También está la opción de construir una derivación del acueducto existente en El Molinito-Abelardo L. Rodríguez y mediante un rebombeo conducir las aguas hasta la planta potabilizadora Norte en el cerro Bachoco. Para esta obra se prevé una inversión de mil millones de pesos.
Finalmente, para Hermosillo se reconoce la necesidad de invertir en una planta desaladora, sin más detalles que una inversión estimada de 2 mil 285 millones de pesos. No se menciona lugar ni fecha ni ningún otro aspecto que pudiera dar luz sobre este anhelado proyecto.
Y, para Hermosillo, que concentra más del 30% de la población del estado, es todo.
Buenas intenciones
Nicolás Pineda Pablos, Doctor en Filosofía con especialidad en Políticas Públicas y en Planeación Comunitaria y Regional, investigador del Colegio de Sonora, adelantó que fuera del Plan Hídrico de Sonora, se prevé una crisis en el abasto de agua para el 2024.
“Las presas están con muy poca agua, los acuíferos están sobreexplotados y el año que entra será más seco que el actual, según el pronóstico, hay serias probabilidades de que Hermosillo tenga una crisis de agua en el verano próximo”, apuntó.
Dijo que en este sentido van a ser críticas las medidas que tome, no sólo Agua de Hermosillo, que en este caso sería el menos indicado, sino principalmente la Comisión Estatal del Agua (CEA) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), tales como aplicar el Programa Nacional contra la Sequía.
“De frente a esa crisis, este Plan Hídrico se queda en el terreno de las buenas intenciones, pues si no se hace la rehabilitación de la red de distribución de agua y el aprovechamiento de las aguas residuales, igual se nos va a acabar el agua, pues los demás proyectos son de largo plazo”, advirtió el investigador del Colson.
Explicó que para comenzar, el PHS no se compromete con nada, no dice para cuándo se harán las obras, salvo los proyectos que ya están al 100%, que en el caso de Hermosillo, son los referentes al mantenimiento del Acueducto Independencia. En cuanto a los montos de la inversiones, no está claro cómo le entrarían a eso, comentó.
“Todas estas obras sí ayudarán a resolver el problema del agua, si se hacen, pero no se ve cómo en este gobierno. Además, lo que plantea aquí no es suficiente ni es lo más importante”, externó.
Lo más importante —comentó— es mejorar la gestión del agua en Hermosillo, lo cual requiere por un lado mejorar la red de distribución en la ciudad, pero por otro lado organizar mejor el servicio, se requiere cambiar el modelo de gestión, que no favorezca el manejo político del organismo, sino que haya una gestión profesional y técnica que permita la planeación de largo plazo.
“En el plan no viene la rehabilitación de la red de distribución de Hermosillo, aunque no es suficiente rehabilitar, ya que hay mucho descontrol con el padrón de usuarios y se pierde mucha agua. Hay que mejorar la eficiencia del servicio y aprovechar las aguas residuales tratadas de la planta que inició operaciones en el 2016. Eso es lo principal que hay que hacer en Hermosillo, pero no lo veo en el plan”, detalló.
A parte de los proyectos de infraestructura, en el PHS se plantean otras medidas que son más necesarias, tales como una reforma a la Ley de Aguas del Estado de Sonora, la reorganización de los organismos operadores de agua, y convertir a la CEA en reguladora de los organismos municipales. Esas medidas impactarían y ayudarían a mejorar el manejo del agua en Hermosillo, manifestó Pineda Pablos.
Argumentó que para cambiar el modelo de gestión de los organismos operadores de agua hay un elemento clave: la designación de los directores del organismo y como este relevo impacta a todo el personal técnico, los mandos medios, no sindicalizados o personal de confianza.
“El modelo actual permite que el alcalde ponga a quien el quiera, normalmente alguien con quien tiene compromisos y que frecuentemente ha sido gente que no conoce de la gestión del agua”, abundó.
Por otro lado, añadió, aunque la ley prevé que haya reportes del manejo del organismo, no hay una obligación de auditoría de los resultados para saber la situación real de los indicadores y de la gestión de los directores. En los últimos 20 años, el organismo operador ha tenido 10 directores, quiere decir que duran en promedio dos años en su gestión.
“Se necesita una administración profesional, lejos de los compromisos políticos y eso se puede lograr modificando la ley”, sentenció.
Buen principio
José Ismael Minjárez Sosa, maestro en Ciencias, investigador de tiempo completo de la Universidad de Sonora, consideró que PHS es un buen inicio para tener un panorama completo de la situación del agua en Sonora y a partir de eso generar estrategias y discutir su viabilidad técnica y económica.
El especialista en análisis de cuencas hidrogeológicas y sistemas de información geográfica y geología ambiental destacó que en el Plan Hídrico Sonora lo más importante es la caracterización del problema hídrico de la entidad, ya que a partir de esto se puede tener un panorama completo de cómo estamos y a partir de eso buscar soluciones.
“Todas las soluciones propuestas caen en el ámbito de lo técnico-económico, de su viabilidad y lo más importante es expresar todas las alternativas de solución para que se empiecen a discutir, desde ya”, indicó.
Explicó que el PHS se concibió como un documento que a la vez que tuviera propuesta de obras y acciones estuviera sustentado en el análisis de la situación hídrica del Estado y desde ahí se parte. Los investigadores y especialistas académicos que colaboraron lo hicieron en esta parte y el catálogo de obras fue hecho por la Comisión Estatal del Agua (CEA) que hizo una recopilación de proyectos que se han expresado en algún momento, ya sean de CEA, de Conagua o que se presentaron en los foros de consulta.
“Esto no significa que esos proyectos se tienen que ejecutar de forma ineludible, pero lo importante es que se presenten desde ya para ser ventilados entre los sectores que podrían ser afectados, entre los técnicos para que opinen sobre la viabilidad de los proyectos, que se analicen los costos, etcétera. Lo interesante es que se puedan discutir las ideas que hay y se analice su viabilidad”, abundó.
Uno de los aspectos que se discutió es la necesidad de que el Estado tenga un papel más proactivo, porque actualmente, de manera legal corresponde a Conagua la administración del agua y la mayor parte de las inversiones. Es necesario que el Estado tenga un papel más activo en aspectos como el monitoreo del agua y monitoreo climático, pero sobre todo en el manejo del agua.
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El artículo 115 constitucional da el manejo del agua a los ayuntamientos y eso genera el problema de la rotación del personal técnico y directivo que no permite planeación de obras a largo plazo y la experiencia nos dice que esto no es lo mejor.
Otro aspecto interesante es que 50 de los 72 ayuntamientos del Estado son demasiado pequeños y eso implica no tener medios para sostener un organismo operador del agua y ante eso la opción es echar a andar organismos intermunicipales que atiendan a varias localidades.
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