Todas las mañanas Plutarco se levanta, prende la televisión para ver las noticias, toma una taza de café y se prepara para iniciar con el recorrido desde la colonia Pueblitos hacia el lugar donde vende sus cuadros.
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Plutarco Álvarez tiene 67 años, aprendió de carpintería cuando estudiaba en la escuela Secundaria Técnica número 1; desde entonces comenzó a trabajar de carpintero elaborando muebles para el hogar, haciendo cocinetas y de esa manera sacó adelante a sus hijos.
Hace dos años sufrió una embolia que ya no le permitió seguir con su trabajo, debido a que era muy laborioso y le llevaba mucho tiempo, fue entonces que decidió hacer trabajos pequeños como cuadros de madera que llevaran mensajes bíblicos a la sociedad.
“Los domingo iba a distintas iglesias a vender, pero ahora que las cerraron me puse en esta tienda comercial para ofrecer mi trabajo, la gente me apoya a comprar un cuadro, pero no es fácil porque no a todo el mundo les gusta el tema bíblico”, manifestó.
Hace dos semanas comenzó a trabajar a las afueras del centro comercial, ubicado en una reconocida plaza en el bulevar Morelos, acude algunos días de la semana y los otros se dedica a elaborarlos.
A través de redes sociales una joven subió una publicación exhibiendo el trabajo de Plutarco, al poco tiempo de haber circulado la información, comenzó a llegar gente para comprar uno de los cuadros.
“Una muchacha me subió a Facebook y yo no sé nada de eso, pero me ha ayudado mucha gente, me han llevado hasta la puerta de mi casa despensas y he compartido con mis otros vecinos porque aquí la mayoría tienen hijos y lo que me ha dado Dios a través de las diferentes personas y de la venta de cuadros también los ayudo”, compartió.
El objetivo principal de Plutarco es comprar un refrigerador: “No vengo todos los días porque a veces tardo hasta dos días haciendo los cuadros, me canso mucho, pero tengo que aguantar porque necesito comprar un refrigerador aunque sea usado porque el que tengo no sirve y se me echa a perder la comida, ese mi afán de salir a trabajar para conseguir un refrigerador”, señaló.
Cada día toma la ruta 17 que pasa por su casa y carga con sus 20 cuadros para ofrecerlos a la gente y al mismo tiempo compartir la palabra de Dios.
“El mismo domingo iba a una iglesia en la mañana y para no irme a la casa, iba al mercado o la Plaza Zaragoza, ponía los cuadros y sin moverme y tomándome un café vendía hasta seis cuadros en una sola tarde, a parte de los de la iglesia”, añadió.
Para adquirir alguno de sus trabajos puede llamar al número de teléfono 6624197375 o bien visitarlo en la tienda comercial durante la semana.
“El mensaje para la comunidad es que se cuiden y se protejan de esta pandemia, creámosla o no; yo trato de cuidarme, lo esencial para mi es trabajar para comprar un refrigerador pero si tú no tienes esa presión quédate en casa mejor y de una forma u otra Dios va a proveer”, concluyó.