Sonora no está exento en el alza de las estadísticas de obesidad que se presentan actualmente y que han desencadenado una epidemia de pacientes con diabetes en todo el mundo, enfermedad que suele potencializar otros padecimientos que llegan a poner en riesgo la vida de las personas, como lo es la insuficiencia renal.
Y es que, actualmente, de acuerdo con información del Centro Estatal de Trasplantes (Cestra), en la entidad hay poco más de dos mil 100 personas que se encuentran en terapia de reemplazo renal tipo diálisis o hemodiálisis, tratamiento que se realiza para sustituir la función del riñón en el cuerpo y que, eventualmente, dichos pacientes requerirán un trasplante, sin embargo, no todos podrían ser candidatos para dicha operación.
Abel Puentes Camacho, director general del Cestra, detalló que, en lo que va de 2023 se han realizado 99 trasplantes en el Estado, de los cuales 59, es decir casi el 60% han sido de riñón, de los cuales 51 de ellos han sido por donación de pacientes con muerte encefálica, mientras que los otros ocho se realizaron de donantes vivos, principalmente de familiares de los pacientes, que tuvieron oportunidad y decidieron donar un riñón. De estos últimos, dos de ellos fueron a menores de 18 años, donde las donantes fueron sus mamás.
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El médico nefrólogo apuntó que en Sonora hay 203 personas en lista de espera de trasplante, de las cuales 162 requieren de un riñón, es decir el 79.80%, mientras que el resto están a la espera de otros órganos o tejidos.
“En México hay cerca de 20 mil personas en lista de espera, aquí en Sonora, aproximadamente tenemos 203 personas, la mayoría (162) se encuentran en espera de recibir un riñón, 38 para recibir una córnea, y tres para recibir hígado, son los tres trasplantes que realiza el estado de Sonora”, señaló.
Por otra parte, en la entidad hay alrededor de 14 niños que se encuentran en terapia de hemodiálisis y dos más que tienen insuficiencia hepática por malformaciones.
¿Qué es la insuficiencia renal?
La doctora Catalina Duarte Molina explica que el riñón tiene varias funciones, como la limpieza o depuración de algunas toxinas del cuerpo, la regulación de la acidez en la sangre, una participación en la producción de glóbulos rojos, y también está implicado en el metabolismo del calcio y el fósforo, que se relaciona con el metabolismo el cuerpo, entre otras cosas.
Es por ello que, a medida que este órgano empieza a descender en funcionamiento se pueden presentar algunas complicaciones, sin embargo, uno de los problemas es que suele ser un mal silencioso que puede no presentar síntomas hasta que el problema ya es muy grave, de ahí la importancia de una detección oportuna mediante estudios de laboratorio, sobre todo si hay factores de riesgo, dijo, como obesidad e hipertensión.
“Lo más común es que sea asociado a diabetes, esta es la principal causa a nivel mundial de insuficiencia renal, pero puede estar relacionado a problemas de hipertensión, a problemas obstructivos como por la próstata, por ejemplo, a enfermedades inmunológicas. La insuficiencia renal la podemos detectar a través de estudios de laboratorio, el principal o el que es de un uso más común es el estudio de creatinina, que nos permite calcular algo similar a un porcentaje de funcionamiento”, dijo.
La mayoría de los tratamientos de diálisis y hemodiálisis están soportados por los sistemas de salud pública como lo son IMSS, Secretaría de Salud, Isssteson, entre otros, sin embargo, representan una carga importante en el gasto de las instituciones, pues en el ámbito privado, los costos pueden elevarse considerablemente.
“Tengo entendido que, aquí en Sonora, una sesión en un hospital particular anda en aproximadamente tres mil pesos, y se requieren de dos a tres sesiones de hemodiálisis a la semana. Generalmente, a muchos de estos pacientes los respalda un seguro de gastos médicos mayores, particular, sin embargo, una gran cantidad, debido a los costos, está soportada por los sistemas públicos, principalmente IMSS y la Secretaría de Salud, ahora IMSS Bienestar”, expuso.
Al ser un tratamiento que prácticamente se tiene que llevar de por vida, o al menos un tiempo prolongado en lo que se determina si el paciente es candidato para recibir un trasplante, es muy complicado que una familia pueda costearlo por su propia cuenta, pues se habla de un gasto de hasta 10 mil pesos por semana.
El estilo sonorense impacta
La doctora Catalina, quien es Internista y nefróloga, explica que en Sonora sí hay algunos factores de riesgo particulares, como lo es el sobrepeso y el sedentarismo, ambos ligados a los hábitos de consumo, pero también a las condiciones climáticas de la región.
“Las limitaciones del clima la verdad es que, hacen complicado el hábito del ejercicio muchas veces, y el clima extremo que manejamos, y muchas personas, a pesar de que vivimos en una zona de altísimas temperaturas, no tienen el hábito del consumo de agua, entonces es súper común en esta temporada ver pacientes que tienen daño renal agudo, se le llama, por deshidratación; agudo quiere decir que es algo que debe ser reversible, el problema es que cuando se presenta esto con mucha frecuencia pues va dejando su huella y eso sí puede favorecer otro poquito de daño renal a largo plazo”, comentó.
Asimismo, mencionó, las dietas altas en proteína, como la famosa carne asada sonorense, o el consumo de alcohol en exceso, que provoca deshidratación, favorecen al deterioro de la función renal.
No todos son candidatos
Por otro lado, Duarte Molina puntualizó que, aunque lo ideal es que una persona que comienza a presentar falla renal reciba lo antes posible un trasplante de riñón, la realidad es que hay muchos factores de por medio que determinarán si el paciente es candidato o no para recibir un riñón, esto debido a que no todos los casos son iguales, y el hecho de que es una cirugía mayor, para la cual se debe contar con los niveles óptimos de salud previa.
“Lo ideal es que, si la persona es candidata para recibir un trasplante se haga a la brevedad posible, no es así una urgencia porque a veces el paciente tiene que llevar un tratamiento de varias sesiones de diálisis para recuperar, por ejemplo, su estado nutricional, estar en buenas condiciones para que esto le ayude porque pues, es una cirugía grande, entonces también hay que estar en el mejor estado de salud que se pueda. Y aparte de que son procesos, estudios que se tienen que ir realizando, resultados de cultivo, evaluaciones multidisciplinarias que llevan tiempo, aunque quisieras no puedes trasplantar un riñón de un día para otro”, destacó.
Sin embargo, resaltó que hay pacientes que, por diversos motivos, pudiera ser que no sean buenos candidatos para recibir un trasplante, y se deben mantener en terapia de diálisis o hemodiálisis el tiempo que sea necesario para garantizar una mejor calidad de vida.
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Por su parte, el doctor Abel Puentes Camacho recordó que la licencia para realizar trasplantes en el nuevo Hospital General de Especialidades se encuentra en proceso, y esperan que esté liberada para el próximo año para realizar trasplantes de córnea, riñón e hígado, con miras a futuro de poder obtener también la licencia para trasplantes de corazón y pulmón.
Mientras tanto, la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del IMSS en Ciudad Obregón; el Hospital CIMA de Hermosillo; San José de Ciudad Obregón y Navojoa, son las instituciones públicas y privadas donde se cuenta con licencia para realizar trasplantes renales y de córnea.
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