El Río Sonora no tiene potabilizadoras funcionales que filtren los metales pesados del agua, por lo que a 5 años del derrame, los pobladores están expuestos al consumo de materiales tóxicos, informó la periodista Amalia Escobar.
La reportera, quien ha dado seguimiento al caso del derrame, indicó que las personas continúan tomando agua de los mismos pozos cuando no pueden conseguir garrafones de agua purificada.
“Al principio se abrieron varios pozos, se exploraron algunos y se detectó que en el fondo tenían contaminación o que no tenían la suficiente corriente de agua y no se utilizaron, al final de cuentas las personas terminaron con los mismos pozos”, acotó.
El profesor en Química de la Universidad de Sonora (Unison), Antonio Romo Paz, agregó que la única planta potabilizadora que se instaló fue en el municipio de Banámichi, y no tiene la capacidad para filtrar metales pesados.
Aunado a esto, comentó el especialista, en la época de lluvias los metales pesados se elevan en el agua que fluye dentro de los pozos de los cuales se abastecen los pueblos, aumentando la cantidad de plomo y manganeso.
“Urgen las plantas potabilizadoras requieren separación de metales pesados, Banámichi acaba de tener una potabilizadora sin metales pesados, pues el presidente municipal indicó que desconocía que todavía hubieran metales pesados en el agua”, puntualizó.