El conseguir los suficientes camiones de basura para regularizar el servicio de recolección de desperdicios se ha convertido en uno de los temas centrales que envuelven la nueva administración municipal.
El Ayuntamiento heredó aproximadamente 30 unidades en funcionamiento, mientras que en taller se encuentran 40, de las cuales 25 de ellas sobrepasaron su periodo de vida útil y no podrían volver a usarse, por lo que se decidió recoger la basura un solo día a la semana.
A pesar de que se establecieron puntos de reciclaje en diversas zonas de la ciudad, el clamor de la ciudadanía por tener un día adicional de recolección de sus desperdicios propició que se tomara la decisión de efectuar un arrendamiento de camiones.
Cabe destacar que incluso durante el primer tercio de noviembre una plaga de moscas fue adjudicada a los desperdicios de carácter biológico que permanecían pudriéndose en las calles.
Inicialmente el Municipio no tomó en cuenta a Cabildo para tomar esta decisión, ante lo cual la alcaldesa de Hermosillo, Célida López Cárdenas, argumentó que se trataba de una facultad del Ayuntamiento, no obstante se decidió consultar a los regidores al final.
Asimismo, López Cárdenas se negaría a establecer una consulta ciudadana para verificar este tema argumentando que se trata de un asunto urgente y, debido a la logística que implica llevar a cabo esta clase de procesos, echar a andar la regla de participación ciudadana.
De acuerdo con la alcaldesa no había tiempo suficiente para organizar un proceso electoral de este tipo, ya que el periodo de entrega de los camiones es de dos meses, por lo que decidió prescindir de este tipo de evento.
Así fue como el 17 de diciembre el Cabildo de Hermosillo aprobó por mayoría el arrendamiento de 30 unidades recolectoras de basura a la empresa Clear Leasing, las cuales operarán a partir del mes de febrero.
El tesorero municipal, Mario Alberto Azpe Fimbres, aseguró que esta aprobación representará un ahorro de 25 millones de pesos para el Municipio, ya que se entabló una renegociación con el negocio.
Según el funcionario, los 4.8 millones de pesos que se pagarían al mes por la renta y compra de las unidades durante los próximos dos años y medio, se darían en 4 millones de pesos cerrados.
Tal aprobación no brinda un panorama favorable para algunos de los servidores públicos que participaron en la sesión, entre ellos el regidor de Movimiento Ciudadano, Carlos León García.
El edil, quien fue el único en oponerse al arrendamiento, expuso que la licitación fue sospechosa en virtud de que sólo una empresa respondió cabalmente a la invitación del Ayuntamiento, además fue aprobada casi inmediatamente y sin la transparencia necesaria.
Aunado al arrendamiento, el presupuesto de egresos estableció una cuota voluntaria de 120 pesos al pagar el predial, misma que entrará en vigor a partir de enero la cual buscará cubrir el déficit adicional a las 30 unidades que se necesitan para retomar los dos días de recolección de desperdicios.
Norberto Barraza Almazán, director de Servicios Públicos, anunció que por lo menos se necesitan 15 unidades adicionales a las pautadas por la licitación para poder completar el servicio, mismas que se esperan conseguir con la aportación voluntaria.