La violencia es un hecho al que las mujeres nos enfrentamos día a día en cualquiera de los entornos en el que nos encontremos: la familia, la pareja (o expareja), la escuela, los espacios públicos y sociales, y hasta en el ámbito laboral.
Cada vez hay más investigaciones, resultados e información difundida para detectar, diferenciar y combatir los distintos tipos de violencia que existen contra las mujeres, ya sea por parte de los hombres y también de las mujeres.
El ámbito escolar y laboral es el tema que nos ocupa en este espacio, donde se establecen estructuras de roles de género, basándose en aspectos como desigualdad, jerarquía y poder que tiene cada persona en estos espacios.
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¿Qué es el manterrupting?
La Universidad de Los Lagos, en Chile, señala que la violencia de género es una realidad que afecta a un número importante de mujeres.
En todos los espacios, estas prácticas sexistas implican discriminación, abuso y relaciones de dominación contra las mujeres por el solo hecho de dser mujeres, independientemente de su orientación sexual, su clase social, raza , religión y edad, entre otros aspectos.
Un tipo de violencia que se ha dado a conocer en años recientes y que, como parte de nuestra cultura y la normalización de micromachismos, solemos aceptar en el día a día, se llama manterrupting.
Este término se refiere a la violencia que generan los hombres a las mujeres interrumpiendo su discurso,comentario o reflexiones para cambiarlos por otro tema, restando importancia a sus palabras.
Esta práctica sucede de manera innecesaria para generar un discurso y así cambiar el sentido de la conversación y centrar la atención en el argumento de quien interrumpe.
¿Cuántas veces lo has experimentado?
Esto que muchas veces consideramos como una falta de educación, de empatía o descortesía es, según estudios de universidades, una forma de violencia.
Debemos recordar que los micromachismos, definidos por la misma universidad chilena, son formas de “dominación suave o pequeñas tiranías” que en realidad representan maneras de abuso e imposición en el día a día.
Lo aplican, por lo general, los hombres con comportamientos sutiles y reiterativos, pero también las mujeres pueden llevarlos a cabo debido a la normalización de la estructura patriarcal.
Hay un ejemplo de interruptor de discursos
Concilia2 es una consultora especializada en igualdad, conciliación y recursos humanos que pone como ejemplo de manterrupting a Donald Trump, a quien señala en un encuentro que sostuvo con la exprimera ministra británica Theresa May, y a quien interrumpió a los cinco o diez segundos de hablar con ella, para iniciar un monólogo.
Este es un hábito muy común que tienen los hombres, señala, y que se ha reproducido por siglos.
Las mujeres han sido silenciadas por los hombres aunque sepan más que ellos; ya sea en temas políticos, culturales, laborales o domésticos, la escena es de muchos reconocida.
Lo vemos hasta en las películas. El trasfondo es serio y no es gracioso que los hombres hagan callar a las mujeres al interrumpirlas cuando expresan sus puntos de vista… ¿Te ha pasado que te digan “es tu percepción”, y comiencen con una perorata?
¿Crees que se pueda evitar el manterrupting?
Si una mujer se expresa es porque tiene los conocimientos, emociones o pasiones sobre determinado tema; al interrumpirla se pierde el tiempo que implica resultados o el desarrollo del encuentro en el que se encuentre.
También se corre el riesgo de que haya pérdida de buenas ideas, desperdicio de talento; se mantendrán los prejuicios y la participación de las mujeres en cualquier ámbito en el que se encuentre al momento de expresarse.
Para combatir este tipo de violencia de género es fundamental no permitirlo -una vez que se ha identificado-, tomar conciencia de que no es normal ni natural, tampoco gracioso.
Lo que se recomienda es (una vez que te han interrumpido) usar expresiones tajantes para que la práctica no continúe; llegar incluso a establecer “Estoy hablando yo”... De esta forma avisas que con cada intervención se repite lo que has dicho y se deben tomar decisiones de forma unilateral en este momento.
También puedes usar el lenguaje corporal como levantar un poco más tu tono de voz (sin llegar a gritar), una sonrisa firme y no hablar demasiado rápido.
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También se sugiere que, para no ser interrumpida, procures que tu voz no sea muy grave; si así la tienes, evita disculparte por ello. Recuerda que todo lo que tengas que decir es importante y valioso, solo que hay quienes no están educados para reconocerlo o para cambiar de actitud.
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