La historia reciente de la tribu Yaqui en Sonora ha sido una de conflicto con las autoridades estatales por la defensa de los recursos naturales de su tierra, alrededor del cual han surgido años de bloqueos por parte de la autoridad tradicional a carreteras y vías de ferrocarril, en protesta a los proyectos que hasta el día de hoy continúan siendo objeto de controversia como el acueducto Independencia y el gasoducto Aguaprieta. Entre estas voces destaca Tomás Rojo, activista desaparecido el pasado 27 de mayo.
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Hasta el momento Rojo ha sido considerado uno de los portavoces de los ocho pueblos en resistencia durante la construcción y posterior puesta en operación del acueducto Independencia, durante la administración de Guillermo Padrés en el estado, razón por la cual ya había sido blanco de represalias.
¿Quién es Tomás Rojo?
A sus 54 años, Tomás Rojo Valencia es conocido por formar parte de grupos opositores al megaproyecto de Guillermo Padrés, además de su labor como activista en favor de los derechos de los pueblos originarios, especialmente aquellos referentes a su territorio y recursos naturales, los cual le llevaron al centro del conflicto con las autoridades estatales por varios años.
En 2012 se consolidaba la llamada “Guerra por el agua” en Sonora, conflicto entre el gobierno de Padrés Elías y productores agrícolas del sur del estado, particularmente aquellos pertenecientes a la tribu, quienes se oponían de forma vehemente al desvío de agua del Río Yaqui para el abastecimiento de la capital del estado, Hermosillo, a través de la obra insignia de la pasada administración.
A pesar de los decretos presidenciales entrados en vigor tras la administración de Lázaro Cárdenas, desde los años cuarenta, mismos que entregaban la mitad del agua del cauce del Río Yaqui para el desarrollo de la tribu que le da su nombre, el suministro de este recurso para el pueblo nunca ha estado asegurado, repercutiendo directamente en su calidad de vida.
Incluso ante las órdenes de jueces federales para suspender la construcción del Acueducto Independencia hasta que se conociera el impacto ambiental y social de la obra, especialmente mediante la apropiada consulta a los pueblos originarios, el proyecto para desviar 75 millones de metros cúbicos al año de la presa El Novillo a Hermosillo logró consolidarse y continúa en funciones hasta el día de hoy, mientras el Gobierno Federal continúa intentando mantener sus compromisos de desarrollo y justicia histórica con los yaquis.
Mientras tanto Tomás Rojo y otros representantes de la tribu yaqui recibieron señalamientos por diversos delitos, entre las que se incluyen la acusación por el presunto secuestro de Francisco Antonio Romo Delgado en junio de 2013, por el que fueron presos los voceros de la tribu Fernando Jiménez y Mario Luna; todos ellos son considerados perseguidos políticos de la administración padresista por la comunidad yaqui.
Romo Delgado fue encontrado muerto en septiembre de 2014 tras permanecer desaparecido varios días, mientras continuaban vigentes las investigaciones por su presunto secuestro el año anterior.
Mientras sus dos compañeros permanecían presos, Tomás Rojo se ocultó en el territorio de la tribu para después retirarse a la ciudad de México hasta el 2015, cuando con el final del sexenio de Guillermo Padrés pudo regresar a Sonora continuando como portavoz en los bloqueos carreteros de protestas más recientes, además de “bajar” proyectos en apoyo a la comunidad yaqui, trabajo al que se dedicaba hasta el momento de su desaparición.
En 2016, en el marco de la construcción del gasoducto Aguaprieta, los conflictos entre la tribu yaqui se reavivaron cuando habitantes de Loma de Bácum se opusieron al paso de la obra por su territorio, al cual ya habían accedido los otros siete pueblos que conforman la comunidad bajo promesas de beneficios para el desarrollo de la región. Desde entonces los opositores a la entrada del proyecto a cargo de la IENova han desconocido a Tomás Rojo como su portavoz.
A partir de ese año, y en diversas ocasiones, grupos armados presuntamente provenientes de otros pueblos yaquis ingresaron a Loma de Bácum en medio de las discusiones sobre el gasoducto; en uno de estos altercados perdió la vida Cruz Buitimea Piña, de 41 años.
Después de un proceso, señalado por investigadores como irregular en múltiples aspectos, fue detenido Fidencio Fuentes, a quien elementos de la Fiscalía en Sonora se llevaron del pueblo cuando acudía a declarar. Permanece preso hasta el día de hoy, mientras está en la lista de 199 presos políticos que buscan ser liberados por parte del Gobierno Federal.
El proyecto del gasoducto permanece detenido desde 2017, pero las controversias entre los mismos integrantes de la tribu continúan hasta el día de hoy.
Desaparecido
Este jueves 27 de mayo familiares del activista reportaron su desaparición luego de que este saliera de su casa a las 5:00 de la mañana para caminar, costumbre que tenía para mantenerse en forma; después de eso no se le ha vuelto a ver, con las labores de búsqueda extendiéndose ya por casi una semana.
Miembros de todos los sectores, como la política, el activismo y la defensa de los pueblos originarios, artistas y miembros del sector productivo se han pronunciado para pedir se aceleren las investigaciones para dar con Tomás Rojo. El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló este martes que autoridades de la Secretaría de Gobernación ya se reunieron con sus familiares para brindar apoyo.
“No debe de ninguna manera llevarse a cabo actos de este tipo y que no vamos nosotros a dejar de proteger a las personas y de castigar a los responsables, siempre”, denunció el mandatario, quien ha impulsado una política de retribución a la tribu yaqui durante su administración.
En la búsqueda del vocero de la tribu participan tanto autoridades tradicionales como elementos de seguridad y familiares, quienes recorren el terreno desértico alrededor del pueblo de Vícam, donde se le vió por última vez, en vehículos, a pie y por medio de un dron. Hasta el momento no se han reportado indicios de su paradero.