La primera causa de muerte no únicamente a nivel estatal sino nacional son los problemas de salud derivados de complicaciones dislipidémicas, indicó el responsable estatal de Diabetes, Miguel Ángel López Torres.
Las dislipidemias son procesos metabólicos que alteran los lípidos del cuerpo, se trata de grasas producidas por el mismo, cuya presencia excedente contribuye al desarrollo de condiciones patológicas.
Estos lípidos son la base de muchos procesos internos del cuerpo y, en cantidades normales, hacen que el cuerpo funcione de mejor manera e incluso estimulan la producción de hormonas, sin embargo su sobrepoblación es indeseada.
Problemas del corazón, problemas cerebrovasculares e infartos, todas ellas son causadas por el exceso de lípidos en el torrente sanguíneo, aunque esta aparición es silenciosa y no muestra síntomas visibles los primeros años.
HAY QUE TENER CUIDADO
Asimismo se sabe que esta enfermedad propicia la llegada de otras afecciones como la diabetes, pues previa a su detección, muchos pacientes tenían problemas de dislipidemia pero no se habían dado cuenta de ello.
De acuerdo con el especialista, debido al cambio de hábitos alimenticios de la población de unas décadas a la fecha, la dislipidemia sucede en edades cada vez más cortas e incluso se han documentado pacientes juveniles.
“La comida industrializada, las harinas y las sodas hacen que produzcamos más lípidos y que a corta edad presentemos más problemas de este tipo, esto se va a representar como una capa en las venas que va a ir creciendo”, expuso.
Además de las dietas hipercalóricas llenas de grasa, genética, el desarrollo de la dislipidemia está ligado al sedentarismo, tabaquismo y alcoholismo.
A partir de los 30 años se pueden hacer pruebas de perfil lipídico, donde estarán desglosados elementos como la cantidad de lípidos en la sangre, así como el colesterol y los triglicéridos, cuya alteración es la responsable de fallos cardiovasculares.
PREVENCIÓN
López Torres señaló que, si no hay un factor de riesgo en el paciente que pueda desencadenar una enfermedad cardiaca, sólo debe realizarse este examen cada cinco años.
En la mayoría de los casos, una persona diagnosticada con dislipidemia puede revertir su condición manteniendo una dieta saludable, pero también hay casos en los que está involucrado un componente genético.
Es cuando existe un historial familiar con problemas de salud vinculados a excesos de lípidos, que la dieta no es suficiente y, debido a la producción natural de colesterol y triglicéridos, la persona afectada deberá llevar tratamiento a largo plazo, posiblemente toda su vida.
El médico indicó que una dieta normal sonorense tiene muchos elementos que propician el exceso de lípidos, tales como la carne y tortillas, por lo que se debería reducir las porciones de estos alimentos y no consumirlos exclusivamente.
“El ejercicio es la mejor opción para pacientes no genéticos, pues disminuye el incremento de peso y obesidad en sesiones de 30 minutos cinco días a la semana, pero también es conveniente acudir con un nutriólogo”, puntualizó.