Nogales.- Desde hace 37 años el albergue San Juan Bosco se dedica a dar asistencia a personas en situación de migración. En ese inmueble, aparte de ofrecer desayuno y cena a migrantes que hacen escala en Nogales en buscan de llegar a Estados Unidos por una mejor calidad de vida, también se les brinda asesoría sicológica, medicamentos, consultas y se les asesora gratuitamente para aquellos que quieren encontrar asilo en el país fronterizo del Norte.
Actualmente, el albergue, formado por el señor Francisco Loureiro y su esposa Gilda, además de hijos, nietos, y de voluntarios, recibe en promedio a 150 personas diariamente, por lo que requieren del apoyo de la comunidad para continuar otorgando la ayuda.
Y es que los migrantes que llegan a San Juan Bosco cenan y desayunan, luego salen para revisar su situación migratoria o intentar cruzar a Estados Unidos, y de no conseguirlo regresan al albergue, lo que ocasiona que ya no sea un ejercicio de paso y el recinto se vea rebasado de sus capacidades.
Tras la situación, el equipo de voluntarios solicita el respaldo de la sociedad con aportaciones de alimentos, tales como arroz, pan, frijol, carne y latas. Además de artículos de higiene.
Fundadores y legado
Francisco Loureiro, quien formó el albergue, fue reconocido con el Premio a la Filantropía en Sonora en el 2017, por cumplir más de tres décadas ayudando a los más necesitados.
Sin embargo, la labor altruista también la realizan los hijos: Francisco, Norma y Gilda, quienes se encargan de sobrellevar el recinto San Juan Bosco.